Tres siniestros viales, que por poco no terminaron en tragedias el pasado fin de semana largo en rutas del departamento Los Andes, despertaron preocupación en las comunidades de San Antonio de los Cobres y Tolar Grande, además de reavivar reclamos de mejoras que están pendientes en rutas tanto nacionales como provinciales de la Puna salteña.
inicia sesión o regístrate.
Tres siniestros viales, que por poco no terminaron en tragedias el pasado fin de semana largo en rutas del departamento Los Andes, despertaron preocupación en las comunidades de San Antonio de los Cobres y Tolar Grande, además de reavivar reclamos de mejoras que están pendientes en rutas tanto nacionales como provinciales de la Puna salteña.
Rutas peligrosas
Dos de los accidentes involucraron a camiones que se dirigían con distintas cargas hacia Lindero, operación aurífera que junto a avanzados proyectos de litio y el parque fotovoltaico de Olapacato se tradujeron en una intensa actividad, ocupación de mano de obra y movilización de cargas y personal en caminos nada fáciles.
Uno de los pesados equipos volcó en la ruta nacional 51, en el paraje Abra Blanca, a pocos kilómetros al este de San Antonio de los Cobres. Otro sufrió un violento despiste sobre la ruta provincial 27, camino a Tolar Grande, en el paraje Abra Navarro.
Vicente Arias, periodista de La Unión de los Andes, informó sobre un tercer siniestro que pudo haber tenido consecuencias fatales para los ocupantes de un automóvil que también terminó maltrecho en el borde limítrofe del municipio de San Antonio de los Cobres con Jujuy. Pobladores de la zona hicieron notar que caminos de la zona donde los flujos vehiculares crecieron de modo exponencial en los últimos tiempos dejan mucho que desear con su estado de mantenimiento y transitabilidad. Aclararon que, de hecho, el notable incremento de pesados equipos de transporte, camionetas todo terreno y vehículos utilitarios acentúa el deterioro de las calzadas de tierra con profundas huellas que no admiten el menor descuido. Otros caminos enripiados ponen a prueba la integridad estructural de los vehículos y la capacidad de sus conductores con sus trampas de calaminas.
En el caso de los camiones que terminaron siniestrados el fin de semana último, no parecen haber incidido fallas mecánicas. Pobladores de la zona tampoco creen que haya habido impericia conductiva, aunque no descartaron que pudieran haber incidido el cansancio o las pocas horas de sueño que suele tener más de un chofer.
En los últimos tiempos el estado de transitabilidad de esos caminos generó reclamos desde la Cámara minera. También movió proyectos de los senadores Leopoldo Salva (Los Andes) y Dani Nolasco (La Poma). A ellos se sumó Azucena Salva, diputada de Los Andes.
En marzo último, los senadores Salva y Nolasco impulsaron un proyecto mediante el cual solicitaron que el Ejecutivo provincial, a través del Ministerio de Infraestructura, la Secretaría de Minería y la Dirección Provincial de Vialidad, implemente un plan estratégico vial para la Puna. En los fundamentos de la iniciativa se remarcó que "el desarrollo de distintos departamentos, o regiones de la provincia, innegablemente va atado a la construcción y modernización de las infraestructuras de base". Salva y Nolasco plantearon que el objetivo de contar con rutas, puentes, energía, ferrocarriles, agua e internet, necesariamente debería enmarcarse en un plan estratégico que tienda a ampliar la seguridad, optimizar costos y dotar a la actividad minera de mayor competitividad, reinvirtiendo en la Puna parte de los recursos allí generados. Resaltaron que esas mismas infraestructuras potenciarían otras actividades económicas como el turismo, mejorarían la calidad de vida y la circulación de las personas, asegurarían una mejor integración y -en definitiva- un verdadero desarrollo sostenible en la Puna salteña.