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Finalizó el funeral de la reina Isabel II en la Abadía de Westminster

Tras un velatorio de varios días, el féretro de la reina Isabel II recorrerá el camino desde el Parlamento hasta la abadía de Westminster en donde se realizará la misa de su funeral al que acudirá su familia y diferentes jefes de estado.
Lunes, 19 de septiembre de 2022 06:21

El histórico funeral de la reina Isabel II del Reino Unido, fallecida el 8 de este mes a los 96 años, finalizó al mediodía en la Abadía de Westminster ante la presencia de decenas de dignatarios mundiales y miembros de familias reales de todo el planeta.

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El histórico funeral de la reina Isabel II del Reino Unido, fallecida el 8 de este mes a los 96 años, finalizó al mediodía en la Abadía de Westminster ante la presencia de decenas de dignatarios mundiales y miembros de familias reales de todo el planeta.

El ataúd de la monarca salió de la Abadía de Westminster al finalizar el servicio fúnebre y su féretro, envuelto en banderas y coronado por la Corona Imperial de Estado, fue trasladado de la iglesia nuevamente en el carruaje para dar comienzo a la procesión que la llevará a través de Londres hacia el Castillo de Windsor para un segundo servicio.

La procesión se dirige primero a Wellington Arch, uno de los monumentos más importante de Londres.

Es seguida por los policías de la Real Policía Montada de Canadá y por cuatro representantes del Sistema Nacional de Salud conocido como NHS.

Entre ellos se encuentra May Parsons, que administró la primera vacuna contra el coronavirus 2020, según relató la BBC.

El servicio fúnebre de la monarca en la Abadía de Westminster se llevó a cabo en el edificio en el que se casó y fue coronada reina.

Durante el sermón, el Arzobispo de Canterbury dijo que la monarca marcó a "una multitud" durante sus 70 años de reinado.

Cientos de dignatarios asistían a la ceremonia, incluyendo los ex primeros ministros de la reina, así como el presidente de Estados Unidos Joe Biden y el presidente francés Emmanuel Macron.

El féretro había llegado a la abadía pasadas las 11 (las 7 en la Argentina) en un afuste (carro para cañones) tirado por decenas de marineros, luego de ser despedido a lo largo de 10 días en capillas ardientes montadas en diversas locaciones, en las que cientos de miles de ciudadanas y ciudadanos se acercaron a darle su adiós después de haber soportado colas de hasta 14 horas.

El cortejo fúnebre fue breve, ya que el ataúd se encontraba en el cercano Palacio de Westminster.

Al frente de la procesión había alrededor de 200 gaiteros y tamborileros de los Regimientos Escocés e Irlandés, la Brigada de Gurkhas y las Fuerzas Armadas (RAF). Detrás del carruaje caminaron el rey Carlos III y sus hermanos, seguidos por el príncipe Guillermo.

Tanto Carlos como otros miembros de la realeza, incluida la princesa Ana y Guillermo, vestían uniforme militar.

Andrés, quien fue despojado de los títulos reales tras su vinculación con un escándalo sexual de abuso de menores, y el príncipe Enrique, que abandonó sus deberes reales luego de casarse con la actriz estadounidense Meghan Markle, no usaron los atuendos militares.

El féretro fue escoltado por 142 marineros de la Marina Real, una tradición que se remonta al funeral de la reina Victoria en 1901.

El servicio fue dirigido por el decano de Westminster, David Hoyle, mientras que el sermón estuvo a cargo del arzobispo de Canterbury, Justin Welby, líder de la Iglesia Anglicana, de la que el rey de Inglaterra es cabeza desde la ruptura con el Vaticano en el siglo XVI.

Estuvieron presentes también la primera ministra Liz Truss, antiguos primeros ministros y otras personalidades y los miembros de la familia real y las realezas extranjeras.

También estuvieron presentes unas 200 personas condecoradas por la reina en junio de este año, entre las que se encuentra el personal sanitario que participó en la respuesta a la pandemia.

El féretro recorrerá las calles de Londres hasta el arco de Wellington, en Hyde Park Corner, en un cortejo en el que se espera la presencia de un millón de personas.

Más tarde, el ataúd saldrá en auto hasta el castillo de Windsor, a unos 30 kilómetros, donde tendrá lugar un nuevo servicio fúnebre, más familiar, y su entierro, ya en el ámbito privado.

Desde el sábado, 48 horas antes del cortejo, las primeras personas empezaron a apostarse en las calles del recorrido.

Se espera además que cientos de miles se vuelquen a las calles de la capital británica.

Ayer Carlos III agradeció el apoyo de la gente hacia él y su familia y dijo que estaba "profundamente conmovido".

La operación de seguridad para proteger el funeral implica el despliegue de una cantidad de policías nunca vista en Londres, según los medios británicos.

"Como evento único, esto es más grande que los Juegos Olímpicos de 2012, es más grande que el fin de semana del Jubileo de Platino", dijo el subcomisario adjunto de la Policía Metropolitana, Stuart Cundy.

Más de 10.000 policías y personal se dedicarán al funeral, mientras que todas las fuerzas del Reino Unido contribuyeron, incluida el de la Policía de Irlanda del Norte.

Cientos de jefes de Estado, jefes de Gobierno y altos miembros de la realeza deberán viajar a través de Londres a una iglesia de 800 años de antigüedad, sin un perímetro de seguridad permanente.

Biden alabó la "dignidad" y el "servicio" de la reina Isabel II, antes de acudir al Palacio de Buckingham ayer para una recepción del nuevo monarca.

Mientras tanto, mucha gente acampó durante la noche en bolsas de dormir a lo largo de las calles principales de Westminster por donde pasará la procesión.

Desde el miércoles cientos de miles de personas hicieron cola para pasar frente al ataúd de la reina, y los últimos se fueron justo después de las 6.30 de esta mañana.

La gente llegó a esperar durante más de 24 horas en una larga fila a lo largo del Támesis en el centro de Londres, de casi 8 kilómetros.

¿Qué hay encima del ataúd de la reina?

El féretro de la reina fue llevado en procesión desde el Palacio de Westminster hasta la Abadía de Westminster en el carro de guerra de la Marina Real. Está cubierto con el estandarte real y los instrumentos de Estado —la corona imperial de Estado y las galas— se colocan sobre él junto con una corona de flores.

La corona —que ha sido elaborada de manera sostenible— contiene flores y follaje cortados de los jardines del Palacio de Buckingham, Clarence House y Highgrove House a petición del rey Carlos III.

Se encuentra en un nido de musgo inglés y ramas de roble.

Las flores incluidas son: pelargonios perfumados, rosas de jardín, hortensias otoñales, sedum, dalias y escabios. Todas ellas son de tonos dorados, rosas y burdeos intenso, con elementos blancos para reflejar el Estandarte Real.

El follaje que se ha incluido en la corona se ha seleccionado por su simbolismo: romero (para el recuerdo), mirto (un antiguo símbolo de un matrimonio feliz) y roble inglés (símbolo de la fuerza del amor).

El mirto se cortó de una planta cultivada a partir de una ramita de mirto que figuraba en el ramo de novia de la reina cuando se casó con el Príncipe Felipe en 1947.

Los miembros de la realeza, detrás del ataúd de la Reina

El rey Carlos III encabeza a la familia real a pie detrás del féretro de la reina.

En una formación similar a la que se vió cuando el féretro fue trasladado a Westminster Hall la semana pasada, el rey está caminando en una línea con sus hermanos, la princesa Ana y los príncipes Andrés y Eduardo.

Detrás de ellos van Guillermo, príncipe de Gales, Harry, duque de Sussex y Peter Phillips, hijo de la princesa Ana.

Les siguen el marido de Ana, el vicealmirante Tim Laurence, el primo de la Reina, el duque de Gloucester y el sobrino de la Reina, el conde de Snowdon. El personal de la casa del Rey y del Príncipe de Gales se encuentra en la retaguardia.

Representantes de diferentes comunidades religiosas acuden al funeral

Una procesión de representantes de comunidades religiosas de todo el Reino Unido, así como representantes de las Iglesias de Gales, Escocia, Irlanda del Norte e Inglaterra, estarán presentes en el servicio.

 

 

También estarán el Subdecano de las Capillas Reales y el Decano de Windsor. No así el papa Francisco, que no ha podido acudir debido a unos problemas de rodilla que imposibilitan su asistencia, en su lugar acudirá Paul Richard Gallagher, secretario del Vaticano para Relaciones con los Estados.

Sin embargo, el Papa ya envió un telegrama al heredero de la corona británica, Carlos III en el que lamentaba el fallecimiento de su madre y elogiaba su ‘‘servicio incansable por hacer el bien y su ejemplo de devoción al deber’.

Liz Truss leyó el Evangelio de Juan

Liz Truss, la primera ministra del Reino Unido, leyó la segunda lección de Juan 14: 1-9. Truss lleva menos de dos semanas en el cargo; se reunió con la reina dos días antes del fallecimiento de la monarca para asumir formalmente el papel, en lo que sería el último acto de servicio oficial de Isabel II.

Su lectura sigue a una interpretación del coro a cargo de Judith Weir, Maestra de la Música del Rey.

"No se turbe vuestro corazón: si creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas mansiones: si no fuera así, os lo habría dicho", leyó Truss.

"Voy a prepararos un lugar. Y si me voy y os preparo un lugar, vendré otra vez y os recibiré a mí mismo, para que donde yo esté, estéis también vosotros. Y sabéis a dónde voy, y sabéis el camino".

"Tomás le dijo: Señor, no sabemos a dónde vas; ¿y cómo podemos saber el camino? Jesús le dijo: Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por mí. Si me conocierais, también conoceríais a mi Padre; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto".

"Felipe le dijo: Señor, muéstranos al Padre, y nos basta. Jesús le dice: ¿Tanto tiempo he estado con vosotros, y aún no me has conocido, Felipe? El que me ha visto, ha visto al Padre".

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