Durante la calurosa tarde del miércoles, con un cielo que se mostraba parcialmente nublado, alrededor de las 18 un viento arremolinado descrito por los pobladores de El Sauce, localidad perteneciente al municipio de El Bordo, como "la cola de un tornado", sorprendió a las pocas familias residentes en la zona. Las fuertes ráfagas causaron pánico, en especial en aquellas viviendas que fueron destechadas por el viento, haciendo volar sus chapas a varios metros del lugar de la casa, permitiendo el posterior ingreso del agua de lluvia que mojó los muebles. Pero no solo fueron los techos los que sufrieron las consecuencias del viento, también los árboles fueron arrancados de raíz por la fuerza del fenómeno natural, postes de luz quedaron tirados en las calles, personal policial, bomberos voluntarios en forma conjunta con personal municipal, trabajaron varias horas para dejar las calles transitables. Por suerte, se trató solo de pérdidas materiales, sin que se hayan registrado personas heridas.
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Durante la calurosa tarde del miércoles, con un cielo que se mostraba parcialmente nublado, alrededor de las 18 un viento arremolinado descrito por los pobladores de El Sauce, localidad perteneciente al municipio de El Bordo, como "la cola de un tornado", sorprendió a las pocas familias residentes en la zona. Las fuertes ráfagas causaron pánico, en especial en aquellas viviendas que fueron destechadas por el viento, haciendo volar sus chapas a varios metros del lugar de la casa, permitiendo el posterior ingreso del agua de lluvia que mojó los muebles. Pero no solo fueron los techos los que sufrieron las consecuencias del viento, también los árboles fueron arrancados de raíz por la fuerza del fenómeno natural, postes de luz quedaron tirados en las calles, personal policial, bomberos voluntarios en forma conjunta con personal municipal, trabajaron varias horas para dejar las calles transitables. Por suerte, se trató solo de pérdidas materiales, sin que se hayan registrado personas heridas.
"Se armó de golpe, se lo vio pasar como un remolino, al llegar a los cerros vi como si hubiera dado la vuelta, regresando hasta el poblado, varias familias perdieron sus techos, también algunos árboles fuertes, como el algarrobo, fueron arrancados completamente, realmente un desastre", manifestó Ariel Burgos. Se generó mucho pánico entre la pequeña población, fuertes ruidos de chapas doblarse, el crujido de los árboles antes de caer a tierra, y el golpear del agua de lluvia provocó miedo y desconcierto entre los vecinos, muchos de los cuales solo atinaron a resguardarse en un rincón de la casa, al que consideraron más seguros.
De acuerdo a lo informado por el municipio de El Bordo, cuya asistencia llegó esa misma tarde, fueron 7 las familias afectadas, todas ellas perdieron sus techos, "vamos a realizar un relevamiento de las consecuencias generadas por el viento y la lluvia, para brindar una asistencia mucho más concreta, por ahora solo acercamos lo indispensable para alivianar la situación", manifestaron desde la Secretaría de Gobierno a cargo del Dr. Matías Giménez Ruiz.
El Centro de Salud de El Sauce también se vio afectado con la rotura de las tejas que dejaron entrar gran cantidad de agua, lo que generó que la salita se inundara en minutos.
"Vamos a destinar todo el personal disponible en la jornada de hoy jueves para trabajar en la asistencia de las familias más perjudicadas; con el informe correspondiente podremos gestionar la entrega de chapas a la Provincia, vamos a restituir lo más urgente como colchones o camas", informó el Dr. Matías Giménez.
El Sauce es un pintoresco paraje bordeño, que cuenta con unas 41 viviendas, albergando a más de 100 personas. Las tierras pertenecieron a la empresa cementera MInetti, tras el alejamiento de la empresa, trasladando su fábricas hacia Puesto Viejo en la provincia de Jujuy. Parte de esas tierras fueron entregadas al Gobierno provincial, las que posteriormente fueron donadas a la Asociación de Jubilados de Salta, donde con el tiempo esta asociación construyó un complejo termal, para el aprovechamiento de las aguas termales subterráneas que brotan por pozos para ser acumuladas en piletas, donde los socios pueden beneficiarse de sus poderes curativos. El resto de las tierras quedaron en manos de los trabajadores de la empresa. Con los años, otras familias llegaron desde localidades cercanas, conformando una población, que aún no llega a las 50 familias.