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Una contienda con "sabor a poco", estrategia de polarización, sin ganadores y final abierto

Lunes, 02 de octubre de 2023 02:35

Una clara estrategia para polarizar el debate entre Massa y Milei, el esfuerzo de Bullrich por meterse en esa lucha, la sorpresa de Schiaretti al exponer sus ideas de "Córdoba para el país" y una reiteración de las viejas fórmulas de izquierda expuestas por Bregman, fueron, en resumen, los puntos genéricos del primer debate presidencial, donde no hubo claros ganadores y las propuestas adoptaron la dimensión de un proselitismo con alto rating, que pasó rápidamente de las ideas, a los fuertes cruces entre los candidatos.

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Una clara estrategia para polarizar el debate entre Massa y Milei, el esfuerzo de Bullrich por meterse en esa lucha, la sorpresa de Schiaretti al exponer sus ideas de "Córdoba para el país" y una reiteración de las viejas fórmulas de izquierda expuestas por Bregman, fueron, en resumen, los puntos genéricos del primer debate presidencial, donde no hubo claros ganadores y las propuestas adoptaron la dimensión de un proselitismo con alto rating, que pasó rápidamente de las ideas, a los fuertes cruces entre los candidatos.

La economía, con la pobreza, los salarios y la dolarización, fue el tema más caliente del intercambio, aunque las otras temáticas, como educación y derechos humanos, también tuvieron niveles de alta confrontación, que sin embargo y para destacar, no llegaron al agravio personal.

Extrañamente el tema de seguridad no estuvo en la discusión, ya que en esta primera oportunidad no fue incluido en la agenda propuesta por el consejo asesor ante la Cámara Electoral.

Con Santiago del Estero convertida en la capital del debate político del país, los aspirantes a ocupar el sillón de Rivadavia, tuvieron su primera disputa pública y obligatoria. En momentos en que la campaña para las elecciones del 22 de octubre próximo entra en una etapa de definiciones, la discusión dejó un sabor a poco.

Tal vez con la mirada puesta en el próximo y último debate, que se llevará a cabo el domingo venidero en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, los candidatos evitaron entrar en una confrontación a todo o nada. Por eso es que quedó esa sensación de que las propuestas no fueron completas y, con el reloj en contra, los candidatos recurrieron en más de una oportunidad a chicanas por los errores pasados y presentes y la responsabilidad histórica de cada sector político al que representan.

El segmento final de las preguntas cruzadas terminó siendo el factor determinante para las chicanas en el debate presidencial.

Una herramienta novedosa que se aplicó en este debate fue el derecho a réplica: la posibilidad de intervención y respuesta de cada candidato, luego de una exposición de sus contendientes. Massa y Milei "quemaron las naves", ocuparon las 5 chances en el primer eje temático que fue la economía y se quedaron con las ganas de seguir respondiendo las criticas de sus competidores sobre educación, derechos humanos y convivencia.

Más allá de esto, es entendible que los dos actores centrales sobre la temática fueron, por un lado, quien hoy lleva las riendas del Ministerio de Economía del país, y por otro lado, el economista libertario, quien se presentó como "un especialista en crecimiento económico: con y sin dinero".

La economía fue el primer punto del debate en el sorteo de los ejes temáticos y fue el puntapié para arrancar la polarización de ideas. Milei, también con el sorteo previo, fue el primero en hablar y reiteró que su proyecto parte de una reforma histórica del Estado, con la reducción del gasto público, los impuestos, la privatización de "las nefastas empresas del Estado" que generan millonarias pérdidas y el cierre del Banco Central. "En 15 años podríamos estar en los niveles económicos de Italia... y en 35 como Estados Unidos, o mejor" disparó Milei, encendiendo la mecha del debate que no llegó a ser del todo explosivo.

Massa aprovechó para preguntarle a Milei cuándo le va a pedir perdón al papa Francisco, pero no logró encolerizar al libertario.

El segmento de las preguntas cruzadas terminó siendo el factor determinante para las chicanas. Massa aprovechó para preguntarle a Milei cuando le va a pedir perdón al Papa Francisco por su dichos de que es el representante del maligno en la tierra, buscando al reacción colérica del libertario, que pudo controlas sus conocidos impulsos.

Bullrich le preguntó a Bregman si en algún momento la izquierda va a dejar de hacer piquetes y rechazó la pregunta de esta última quien había acusado al gobernador Gerardo Morales por la represión en Jujuy.

En el intercambio, Massa le preguntó a Bullrich sobre su plan económico a lo que la candidata de JxC le contestó tajante: "Nuestra propuesta es clara, con solvencia fiscal. No como vos estás haciendo ahora, tirando plata todos los días y haciendo un desastre en la economía del país". El impacto en la intención de voto será tema de análisis.

 

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