Las escuelas públicas no quedan por fuera de los avances tecnológicos, o al menos esa es la intención de la Subsecretaría de Ciencia y Tecnología de la Provincia que incentiva a docentes para luego organizar talleres de robótica con el alumnado. Desde allí señalan que es "una de las herramientas más fuertes para el fomento de vocaciones". Hay más de 150 chicos que hacen robótica.
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Las escuelas públicas no quedan por fuera de los avances tecnológicos, o al menos esa es la intención de la Subsecretaría de Ciencia y Tecnología de la Provincia que incentiva a docentes para luego organizar talleres de robótica con el alumnado. Desde allí señalan que es "una de las herramientas más fuertes para el fomento de vocaciones". Hay más de 150 chicos que hacen robótica.
Desde 2013 que la Subsecretaría coordina talleres extracurriculares que comienzan primero por los docentes de las diferentes materias. "Por ahí algunos docentes no se animan, los que no son de áreas tecnológicas vienen temerosos porque no saben con qué se encontrarán. Pero hemos adaptado los contenidos para que ellos puedan usar lo aprendido con alumnos de cualquier área: Lengua, Física, la asignatura que ellos dicten", contó Carlos Porcelo subsecretario de Ciencia y Tecnología. Los docentes que terminan la capacitación son invitados a abrir el taller en sus escuelas para los alumnos de esa escuela y alrededores. A los que aceptan la propuesta se les hace llegar herramientas para los alumnos que se inscriban.
Talleres de robótica
El taller dura de abril a noviembre y se dictó en escuelas de San Martín, Orán, San Antonio de los Cobres, J.V. González y Güemes. "En donde más demanda hubo fue en escuelas del interior", destacó el funcionario. El club de ciencia de Aguaray, en San Martín tiene más de 100 integrantes, indicó.
Los contenidos de los talleres se van adaptando, la última incorporación fue "Internet de las cosas". Según explicó Porcelo, se les da la posibilidad a los alumnos de interactuar con equipos electrónicos que les permitan armar y programar un robot . "Más bien de programación visual, no es código duro para los que recién se inician, para que puedan darle instrucciones al robot para que se comporte en base a la programación. "De esta forma los introducimos|s a la programación, estructura de algoritmos lógicas de solución de problemas, que son fundamentos necesarios para aprender a programar", explicó.
Aunque también hay propuestas para niveles más avanzados que usan lenguaje de programación python logrando automatizar los robots. "Logran que se transforme en un automatismo para el agro o para sus mismas escuelas. Por ejemplo controlar un sistema de riego, utilizando sensores para medir temperatura, el viento, captar la humedad de la tierra que habilite un mecanismo que active el riego, o medir el cambio de temperatura a través de un ventilador", precisó Porcelo.
En cuanto a Inteligencia Artificial, en tanto, se les enseña cómo usar el Chat Bot y el GPT. "Para que se usen como herramienta de estudio, responsablemente", destacó el subsecretario.
Las herramientas
Las herramientas que se le dan a los alumnos que forman parte de los talleres constan de elementos electrónicos como placas programables, motores, cables, circuitos y sensores. Mientras que los laboratorios y las computadoras del plan Conectar Igualdad complementan la actividad. "Es robótica educativa, no es de programación sino que sea útil como estrategia de enseñanza", remarcó Porcelo. Además se incentiva a los alumnos a hacerse de otros componentes mediante el reciclado de tecnología desarmando equipos electrónicos sin uso. Las escuelas técnicas colaboran también en cuanto a las herramientas, ya que luego de capacitarse en el uso de las máquinas de impresiones 3D, imprimen algunas estructuras que forman parte del robot.
A los talleres virtuales se les suman tutorías virtuales que la Subsecretaría preparó mediante un canal de Youtube
Sobre la adhesión que tuvo la propuesta, Porcelo indicó que si bien al principio van muchos y luego "decanta", tienen una gran demanda. "Algunos talleres se dan los sábados y van y trabajan en equipo", destacó. "La base es fomentar vocaciones y que los chicos que participan se animen a estudiar alguna carrera relacionada", remarcó.