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18 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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Emilio Apud: "La intervención del Estado, que para mí no es legal, fuerza a tirar abajo los precios"

Domingo, 29 de octubre de 2023 03:01

La aguda falta de combustibles que vivieron los argentinos en las últimas semanas se explica más por una especulación política que por aspectos técnicos o falta de recursos, asegura el exsecretario de Energía de la Nación. E insiste en que, alguna vez, la Argentina debe darse una seria y sostenible política energética.

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La aguda falta de combustibles que vivieron los argentinos en las últimas semanas se explica más por una especulación política que por aspectos técnicos o falta de recursos, asegura el exsecretario de Energía de la Nación. E insiste en que, alguna vez, la Argentina debe darse una seria y sostenible política energética.

¿Podría explicar qué es lo que está pasando? ¿Son válidas las explicaciones que da el Gobierno sobre la falta de combustibles, o hay algo más?

El tema energético es una variable más que usa el Gobierno para la campaña electoral. No tiene ningún sentido que se congelen los precios de los combustibles desde agosto para cubrirse hasta el 31 de octubre, que ahora lo van a llevar a noviembre, cuando la inflación mensual está arriba del 12%. Ya venía con un atraso grande del precio, ¿no? Entonces, se sumaron varias cosas: cuando está muy barato el combustible, hay más demanda en las fronteras; cuando la gente sabe que puede aumentar el precio, se estoquea; y también la distorsión entre los precios mayoristas y los minoristas. El mayorista tiene que ser siempre más bajo que el minorista, pero en este caso, como el mayorista quedó liberado, es más alto. Así, los que compraban el mayorista se pasaron al minorista, y se produce una sobredemanda. A la vez, la oferta se ha restringido bastante porque las empresas mandan a las refinerías el crudo que pueden, cuanto menos mejor, y si tienen saldos los exportan al valor internacional del barril que es 86 dólares, contra el valor interno que es 56 dólares. Además, justo en septiembre las refinerías de Luján de Cuyo y La Plata de YPF, y no sé si una de Shell también, estuvieron trabajando a la mitad por una parada programada de mantenimiento. Bueno, se juntaron un montón de cosas, pero todo esto es debido también a esta ficción que hay con respecto a los dólares del Banco Central, que están 300 y pico de pesos, y el contado con liqui (NdR: es el dólar que usan las empresas para importar) que está cerca de los 900. No le aprueban los dólares oficiales a las petroleras para que importen combustibles cuando está faltando la producción local y ¿quién va a importar un valor de contado con liqui y después acá adentro se lo ponen al precio del Banco Central? Es un déficit muy grande en la operación. O sea, hay un montón de cosas, pero todo arranca en la intervención del Estado, que para mí no es legal, que fuerza a la empresa YPF a tirar los precios para abajo. Y las otras empresas lo tienen que acompañar. Entonces, como en cualquier producto, cuando usted pone precios ficticios, y bueno, empieza a faltar. Les falló el cálculo porque pensaban que se definía (la disputa electoral) antes, pero todo es especulación electoral y ahora tienen que salir corriendo a sacar, no sé de dónde, cerca de 400 millones de dólares para importar unos 500.000 metros cúbicos de combustible para que la gente no esté enojada al momento de votar en el balotaje. Todo siempre bajo la clave electoral. Así no se puede.

"El verdadero problema es que el Estado obliga a los petroleros y empresas a vender combustibles a un precio que es ficticio".

¿Por qué la diferencia de precio entre el barril Brent y el argentino?

Internamente, el Estado obliga, aunque dicen que "acuerda" con las empresas, un precio del barril para las refinerías locales de 56 dólares. Ahora, ¿por qué acuerdan las empresas eso? Porque YPF tiene la mayoría del mercado y puede hacer la presión. Por otro lado, todas las petroleras siempre dependen de alguna cosa del Estado, por ejemplo, que le paguen el gas del Plan Gas. Es decir, el Estado, con estos 20 años que hubo de kirchnerismo, ha tomado control e intervención en muchas de las variables del sector energético, lo que produce un freno en las inversiones. Nosotros tenemos una riqueza inmensurable, sobre todo con el shale oil y shale gas, que requiere de inversiones. Pero nadie va a venir cuando el riesgo que tiene cualquier inversión depende de un funcionario. Eso lo va a tener que rever el próximo gobierno.

¿Es tan endeble el sistema energético que una mayor demanda puntual lo desequilibra? ¿Es así como está la Argentina?

El fin de semana largo es un argumento del Gobierno y que la demanda aumentó respecto del año pasado también. Acá el verdadero problema es que el Estado obliga a los petroleros y a las empresas que venden combustibles a un precio que es ficticio con los costos, o sea, el precio no tiene nada que ver con los costos. Y sabemos que el petróleo es una commodity que si lo dejan de producir las empresas de acá, hay que importarlo. ¿Y a qué precio lo vamos a importar? Al precio que dice el mercado internacional, no al precio que dice la Secretaría de Energía o el Gobierno o Massa. Eso es lo que hay que empezar a entender. No se puede jugar, no se puede usar las variables del sector energético con fines políticos, porque si no viene la escasez, como lo estamos viendo ahora.

¿Es real que el desabastecimiento se va a solucionar en "los próximos días" como dice el Gobierno?

Si usted me dice si se resuelve el problema dentro de una semana y por quince días, le digo que sí. Ahora, ¿a quién le interesa del gobierno lo que pase después del 19 de noviembre? A nadie. Es una barbaridad lo que están haciendo.

Insisto, en lo inmediato, que es la demanda de los argentinos...

Sí, se va a normalizar porque van a poner 400 millones de dólares, que no sé de dónde los van a sacar. Y si lo sacan de la reserva (del Banco Central), tienen que emitir pesos en las mismas cantidades, y eso se va a inflación. ¿Quién lo va a pagar? Bueno, después del 19 de noviembre se lo tiene que preguntar al que gane.

Parecería que la dirigencia política argentina no logra resolver de fondo la cuestión energética, no? Argentina tiene muchos recursos, sin embargo, cada tanto hay desabastecimiento de nafta o de electricidad...

El populismo es incompatible con el desarrollo de las riquezas energéticas. Y hace 20 años, con los gobiernos populistas que instauró el kirchnerismo, con intervencionismo en todas las áreas de la energía, electricidad, petróleo, etc., se está descapitalizando el sector y las inversiones cada vez son menores. Por eso a mí me preocupa mucho si vuelve a haber un quinto gobierno kirchnerista, si no cambian radicalmente la política energética. Usted sabe que se inició una transición energética dada por el calentamiento global. Internacionalmente se supone que en 40 o 50 años se va a dejar de utilizar a los combustibles fósiles, y entonces tenemos una carrera contra el reloj porque todos los países petroleros, y nosotros con Vaca Muerta y con todos los Shale Oil y Shale Gas seríamos un país petrolero, están alineándose y haciendo todo lo posible para ganar mercados internacionales. ¡Y nosotros estamos importando! Acá lo que hay que hacer es un cambio y poner toda la energía en una política de expansión de las exportaciones, porque si no va a quedar bajo tierra toda esa riqueza. Mire, si nos conformamos con el mercado local y el regional, dentro de 40 años quedarían de reservas más de 90 años, entonces esos 90 años se pierden. Es un gran error de la política seguir mirándose al ombligo y no ver la realidad internacional.

 

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