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La planificación o el crecimiento bajo el concepto de ciudad sustentable requiere un Estado con políticas modernas y con menos burocracia. Por la crisis económica, el sueño de la casa propia se aleja cada vez más de los argentinos de a pie, peor aún en los segmentos jóvenes. En el país se necesitan 26 años de salarios para comprar un departamento de 50 metros cuadrados. Hoy es imposible para muchas familias.
Pese a ese panorama, en ciudades como Salta hay un "boom" de desarrollos inmobiliarios, apalancados principalmente por la minería y el turismo. En medio de un cambio de ciclo político a nivel nacional, los empresarios del sector de la región son optimistas pero necesitan que se corrijan problemas de la economía y el mercado para que el acceso a las casas o departamentos no quede restringido solo para un sector de la población.
Un proyecto urbanístico que no tenga el objetivo de mejor la calidad de vida del ciudadano no tiene razón de ser. Esa fue una de las principales conclusiones de los arquitectos, ingenieros y desarrollistas que disertaron esta semana en el ciclo Hablemos de lo que viene de El Tribuno. En esta ocasión, trazaron los lineamientos de las ciudades sostenibles. Y destacaron que la colaboración entre el sector público y privado es fundamental, al igual de entender que "todos ganan" cuando se concreta algún proyecto, ya sea de urbanización o de un espacio público.
El evento central contó con la participación de Álvaro García Resta, secretario de Desarrollo Urbano de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), Alfredo Tapia, socio cofundador AFT Arquitectos; y se llevó adelante un panel con los desarrolladores Elías Chihadeh (Estudio A -Salta), Arturo de Tezanos Pinto (Atmosphera - Jujuy) y Sebastián Piliponsky (Link Construcciones - Tucumán).
En cuanto al Estado es imprescindible que actualice sus códigos de edificación o urbanísticos ya que están pensados en configuraciones del pasado. Algunos gobiernos cómo la Ciudad Autónoma de Buenos Aires o Córdoba pusieron en práctica los denominados convenios de urbanización que les permiten a los emprendimientos avanzar con un marco de seguridad jurídica. Muchas veces los concejos deliberantes traban expedientes y los planes urbanísticos se estancan.
En tiempos actuales y tras una pandemia que incidió profundamente en el anhelo de estilo de vida, las familias valoran mucho más el tiempo libre y la recreación. Así se empezaron a cuestionar el crecimiento de urbes o barrios cerrados alejados del centro. Para muchos trabajadores los viajes en auto hasta las empresas implican demasiado tiempo. Por eso, se consolida el modelo de la ciudad de quince minutos, donde en un determinado lugar, un ciudadano puede residir y a pocas cuadras o kilómetros ir a trabajar y contar con servicios como educación y salud. "Es un regreso al origen", sintetizó Tapia, quien expuso algunos de sus proyectos que ejecuta en Córdoba con esa premisa.
"Hay Códigos que están pensados para otras épocas, como en grandes casonas. Las normativas requieren un trabajo entre los publico y lo privado. El Estado debe adaptarse a nuevos paradigmas, porque las zonas ya no son los mismo que hace tres años. Hay una oportunidad de trabajo", remarcó Alfredo Tapia.
En esta transformación el Estado debe ser inteligente y generar espacios de diálogo. Gracia Resta contó los proyectos de intervención urbana que CABA y el más emblemático es la demolición del edificio Elefante Blanco, en Villa Lugano. Allí, en la zona conocida como la "Ciudad Oculta" los vecinos aportaron ideas sobre el nuevo espacio que querían en lugar de una estructura obsoleta que estaba desde hace décadas. Y entonces optaron por espacios públicos para la recreación. García Resta dijo que la viabilidad de un proyecto depende en gran parte de la arquitectura urbanística, que tiene que ver con la política social, económica y financiera.
Los Estados no deben quedarse solo con la excusa de "no se puede". La gestión tiene que ser proactiva, tanto con los privados con la participación ciudadana.
Piliponsky destacó la responsabilidad social de los desarrolladores inmobiliarios. "Necesitamos volver a pensar en nuestra gente. Hoy la vivienda es el bien más preciado, pero es cara e inaccesible. Es cara por los sistemas constructivos. Debemos repensar en el proceso y el producto y ser más empáticos", añadió.
Chihadeh también reflexionó sobre los problemas económicos, pero dijo que hay "un optimismo enorme" con el cambio de Gobierno nivel nacional. Sobre los meses duros que se aproximan, afirmó: "Vamos a tener que ser creativos. Siempre buscamos ser más eficientes". "Salta es una burbuja dentro del país por la minería, que traerá viento de cola. Tenemos que estar preparado para ello", remarcó.
Tezanos Pinto reclamó mayores incentivos y reglas claras. Dijo que si bien hay expectativas en la minería, en la región "se administra pobreza". Por eso consideró importante, el acompañamiento del Estado para permitir el crecimiento urbanístico.
A lo largo de esta semana, diferentes empresarios salteños mostraron sus renders, fotografías, maquetas y planos de cómo están transformando Salta. Hay un camino iniciado, dependerá de todos sobre la dinámico que cobre. Salta no puede perder esta oportunidad. Todos lo necesitan.
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