La Camerata Stradivari despide el año con un concierto a puro rock. Luego de un exitoso año de presentaciones, ofrecerá "Rock nacional sinfónico", un concierto que rendirá tributo a los grandes exponentes de la música rockera del país. Será hoy, a las 21, en el Teatro Provincial Juan Carlos Saravia, Zuviría 70. Entradas en Saltaticket.
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La Camerata Stradivari despide el año con un concierto a puro rock. Luego de un exitoso año de presentaciones, ofrecerá "Rock nacional sinfónico", un concierto que rendirá tributo a los grandes exponentes de la música rockera del país. Será hoy, a las 21, en el Teatro Provincial Juan Carlos Saravia, Zuviría 70. Entradas en Saltaticket.
La agrupación musical interpretará canciones de Charly García, Luis Alberto Spinetta, Gustavo Cerati, Divididos, los Redonditos de Ricota y la Bersuit Vergarabat, entre otras.
A la orquesta y banda dirigidas por la maestra Inga Iordanishvili, acompañaran las voces de Camila Andrade, Ignacio Sivila, Mauro Sáenz, Emilio Tolaba y Aymara Guantay. Los arreglos corresponden a Ignacio Sivila, Jonathan Paredes, Virginia Tévez, Aarón Torres y Gustavo Liendro. Se escucharán himnos del rock argentino como "Persiana americana", "Cerca de la revolución", "JiJiJi", "Perro amor explota", "Mujer amante" y "Ala delta", entre otros temas clásicos de la música que unió y une a generaciones.
Los inicios
El Tribuno se contactó con Inga Iordanishvili, la directora de la Camerata y formadora de cientos de jóvenes en las artes de la música. "Ya termina el año, y esperemos tener un mejor año", comenzó diciendo esta violinista de Georgia que aprendió castellano en Salta, donde llegó en 2001 para incorporarse a la Orquesta Sinfónica de Salta junto a su esposo, Viktor Muradov, actual concertino de la OSS.
"Feliz de poder lograr algo este año con la ayuda de muchas personas; en difusión estamos más fuertes... Y también avanzamos con nuestro público muchísimo", dice sobre la experiencia que lleva adelante hace unos 15 años en la provincia.
La Camerata comenzó a llamarse Stradivari en el 2008. Antes de hacer su presentación, tuvieron un año de ensayos. "Dimos el primer concierto en 2009. Y claro que a todo eso estaba previo, desde que con Viktor llegamos a Salta en 2001, a la segunda semana, comenzamos con nuestro trabajo arduo, con 23 alumnos en nuestro departamento chiquito que alquilábamos", comparte Inga.
"Éramos dos músicos de Georgia que no sabíamos hablar castellano: con un diccionario en la mano y viendo a chicos que tenían sed por aprender, sed por la música, sed por tener una buena técnica, una técnica correcta y nosotros, recién llegados a Salta, asumimos esa responsabilidad. Y fue difícil asumirlo por el idioma, porque uno puede tener las mejores técnicas del mundo pero hay que hablar eso, hay que llevar eso hasta la persona que espera mucho de ti, y vos todavía no sabes hablar (risas)", recuerda.
"Y hay muchas palabras del grupo del latín o del cirílico, mucha terminología internacional, palabras que son iguales y estas nos ayudaron a avanzar un poquito en el idioma, y tuvimos que aprender a hablar rápido. Y así comenzaron a crecer nuestros primeros bebés en la música, sobre todo de violín. Había que enseñar los detalles de audioperceptiva, detalles de solfeo, de armonía... hablar de los compositores, de los violinistas y músicos destacados del mundo. Había que dar realmente una educación relativamente completa", despliega en pocas palabras el desarrollo de un programa.
"Aprendió a tocar un violinista, después el otro y armamos un dúo, armamos un trío y llegamos a tener muchos violinistas, y ahí nació un ensamble de violines y después nació la Camerata Stradivari", resume.
Logros y premios
Y da razones de por qué fue un año brillante para Stradivari. "Todos los logros son logros en conjunto, de nuestro equipo, de todos los chicos", dice sobre algo que ha ido marcando el recorrido de la Camerata: el reconocimiento a una labor educativa de excelencia. "Los premios, el premio Macacha Güemes, el premio Lola Mora, también el reconocimiento de Mujeres Líderes para Construir Igualdad, de la fundación de Frida Fonseca, por el trabajo en la diversidad... También el Premio Abanderados... todos esos premios son el resultado del trabajo del equipo. Por eso hablo de año brillante, porque cada vez aprendemos más a hacer trabajo en equipo. Y es brillante el trabajo porque el equipo funciona. Y quiero destacar y agradecer en primer lugar a mis chicos, a mi staff, a mi planta de Camerata Stradivari actual, de los últimos dos años", dice.
"Es una generación que se esfuerza y no solo en los aspectos de aprender a tocar y perfeccionarse, sino en todos los aspectos. Esta generación entiende de las gestiones, entiende de emprendimientos, que hay que ser emprendedor", dice, y ejemplifica: "El músico no es como antes; antes agarraba su violín y llegaba a la clase, estudiaba, se recibía, tenía su trabajo y no hacía nada más que eso. Con los años, el músico es su propio gestor. 'Aprendí a tocar, y ¿qué sigue ahora?'. Entonces me siento muy feliz de verdad por los chicos".
"Hay una cantidad enorme de chicos que pasaron por mi enseñanza y, puntualmente, por la orquesta,
por los ensayos con la Fundación, que tiene escuelas con profesores jóvenes que trabajan ejercitándose en la práctica docente. Cuando hay que tocar sinfonías es más grande la orquesta. Se agranda de acuerdo al repertorio", describe.
En los ensayos se requiere en general mucho trabajo con la cuerda, sobre todo violines. "La cuerda en la orquesta es una base indispensable y es la más difícil de poner de pie, la más difícil para trabajar y tener calidad. Lleva más tiempo, más trabajo, más preparación, por lo tanto no podemos tener siempre a los músicos que tocan instrumentos de viento en los ensayos, porque tendrían que esperar horas cómo estamos puliendo los pasajes en la cuerda", dice. "Eso explica visualmente por qué en los ensayos estamos solo con las cuerdas o los violines. De eso se trata, estamos regulando los ensayos y regulando qué grupo va a venir a ensayar hoy, mañana...", cuenta.
En enero y febrero van a trabajar de lunes a jueves. "Va a ser un gran crecimiento, será un curso intensivo de verano, no solo para nuestra orquesta sino también para los chicos que quieran entrar, adherirse. Ya vamos a sacar la convocatoria próximamente", dice.
El show
En el espectáculo va a estar toda la cuerda, más la banda. "Crecen los chicos y en este concierto tenemos cuatro personas que tocan guitarra eléctrica y cantan. Van a ver el movimiento en el escenario, los chicos rotan entre guitarra y canto", describe, y suma: "Se vienen cambios en el país y a nosotros nos pareció que hay que demostrar la enorme potencia de la Argentina, de este hermoso país, la potencia artística-musical, creativa. Cerati, Spinetta y Charly García en su talento, en su don, son insuperables y tienen una identidad propia, son únicos. Son nuestro orgullo".
"El mensaje es miren cuántos jóvenes auténticos, únicos y con talento y con capacidad de crear. Y esa es parte de la potencia de esos grandes músicos, cuya música vamos a hacer", dice Inga, y agrega: "Y queremos recordarles a nuestros oyentes que mejorar las cosas está en nuestras manos y en nuestro esfuerzo. Ese mensaje de alegría queremos transmitir con este espectáculo".
Cerca de 40 personas habrá en el escenario, todos los cantantes son jóvenes. "Mauro Sáenz es un gran cantante salteño profesional. Él cantará Cerati y los otros cantantes son todos jóvenes nuestros", dice Inga, y detalla: "Camila Andrade, Ignacio Sivila, además arreglador, Emilio Tolaba va a hacer su debut, él va a cantar la mayoría de las canciones y también va a hacer su debut Aymara Guantay, va a cantar por primera vez con orquesta en un escenario tan grande".
Apuesta al crecimiento
En el final de la charla, Inga dice: "Estamos buscando y esperando que nuestro proyecto se financie, porque los chicos son jóvenes con una excelente formación, nuestra orquesta ya tiene que tener salida laboral. Y para esto necesitamos la decisión, las leyes. Nuestra institución tiene personería jurídica y estamos buscando un lugar físico. Tiene que ser un poco amplio, con aulas y un salón para ensayar. Y también, dentro de este lugar, que podamos dar conciertos".
"Los premios no nos faltan, la difusión no nos falta. Todo el mundo conoce y sabe qué estamos haciendo. Y estamos pidiendo ahora un lugar físico para que se pueda aprobar un proyecto y se financie", dice, y cierra: "Que aparezcan grandes corazones que quisieran aportar no solo porque quieren el arte y la música, sino también porque quieren a los hijos que crecen y tienen que tener una buena educación y cultura. Que se acerquen personas que de verdad les importe eso".