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19 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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Una meta que se debe mantener

Que prevalezca el espíritu de respeto y tolerancia.
Sabado, 09 de diciembre de 2023 23:05

Con la asunción como presidente de la Nación de Javier Millei, quien recibirá los atributos del mando del presidente saliente Alberto Fernández, la Argentina asistirá a otro hecho histórico de la democracia recuperada en 1983, esto es la continuidad de los gobiernos democráticos que hoy cumple sus 4 décadas.

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Con la asunción como presidente de la Nación de Javier Millei, quien recibirá los atributos del mando del presidente saliente Alberto Fernández, la Argentina asistirá a otro hecho histórico de la democracia recuperada en 1983, esto es la continuidad de los gobiernos democráticos que hoy cumple sus 4 décadas.

Pero nos falta otro acontecimiento de los argentinos para acrecentar nuestra institucionalidad y consolidar nuestro sistema democrático.

Si aspiramos a una Patria libre y un Estado que recupere la grandeza que tuvo otrora, los ciudadanos debemos colaborar en reconstruir la unidad de los argentinos.

Sin duda, la unidad es una tarea que nos compromete a todos y que comienza en la conciencia de cada uno, pero en la cual tienen una responsabilidad mayor nuestros representantes políticos, que necesitan escucharse y volver a dialogar las veces que sea necesario, más allá de toda diferencia partidaria. Esto es, lograr la unidad dentro de la diversidad.

Es indispensable que el espíritu de respeto y tolerancia prevalezca no solo en quien a partir de hoy tendrá la difícil tarea de conducir el país, sino en todos los sectores de la sociedad civil.

Dar vuelta en serio una página de nuestra historia y poner a la Argentina en el lugar que se merece, como lo ha propuesto el presidente electo, implicará, ante todo, respetar la división de poderes y reconocer que urge la formación de acuerdos fundamentales, para lo cual será necesario que la oposición abandone toda mezquindad política a fin de que unos estén dispuestos a ayudar y otros estén dispuestos a dejarse ayudar.

El modelo que se busca es aquel que normalice la vida social, económica y política de los argentinos. Aprendimos muy bien a condenar dictaduras y golpes de estado, pero poco hemos hecho para demandar y exigirles a los poderes en democracia eficacia y cumplimiento de la ley. El futuro viene de la mano de la discusión del Estado que queremos, qué previsiones e inversiones de largo plazo queremos hacer.

La capacidad para edificar verdaderas políticas de Estado, solo puede cimentarse en un amplio diálogo que de la posibilidad de derivar en consensos básicos frente a los grandes problemas que hoy se ciernen sobre la Patria.

Urge reconstituir un País pujante y democrático, teniendo siempre presente que la democracia no es una meta que se puede alcanzar para dedicarse después a otros objetivos. La democracia es una condición que sólo se puede mantener si todo ciudadano la defiende y nuestros representantes -para fortalecer el sistema republicano de la Nación Argentina- continuamente la ejercitan.

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