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"En una clase, el que más aprende soy yo: el enseñar es un aprender infinito"

Roy Hughes se instaló en Salta hace 12 años y desde hace 10 es maestro de yoga, tai chi y artes marciales. Asegura que con pakua descubrió un "mundo nuevo" y disfruta al compartirlo con otros.
Lunes, 06 de marzo de 2023 01:22

Hace 12 años, Roy Hughes llegó a Salta y desde hace 10 es profesor de yoga, tai chi y artes marciales. La búsqueda de bienestar, de una mejor calidad de vida y de un mayor equilibrio emocional lo llevó a encontrar no solo el lugar donde quería vivir, sino también el trabajo que le daría muchas satisfacciones.

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Hace 12 años, Roy Hughes llegó a Salta y desde hace 10 es profesor de yoga, tai chi y artes marciales. La búsqueda de bienestar, de una mejor calidad de vida y de un mayor equilibrio emocional lo llevó a encontrar no solo el lugar donde quería vivir, sino también el trabajo que le daría muchas satisfacciones.

De apellido galés, nació en Esquel, Chubut. Por motivos laborales (trabajaba en publicidad), pasó por Viedma y Santa Fe. Cuando llegó a Salta, le impactó el lugar porque le recordó al pueblo donde se crió, de 20 mil habitantes. Aquí encontró en la gente la amabilidad que tanto extrañaba: "Salta es lo más parecido a eso. Me deslumbró. Me encantó".

A los 60 días, se instaló y apenas unos meses después conoció pakua: entonces, su vida cambió para siempre. Las disciplinas orientales llegaron en el momento que más lo necesitaba.

Su hermano conoció pakua primero y, al poco tiempo, notó mejoras en él. Entonces, decidió probar: "No me sentía bien, estaba desequilibrado, no sabía por dónde encarar las emociones". Aseguró que con pakua se le "abrió una puerta gigante: había un mundo por descubrir".

Según explicó, pakua es un patrón de conocimiento de origen chino, que data de entre 3 y 5 mil años antes de Cristo. Significa "ocho cambios", que se puede entender como movimientos o mutaciones. Explicó que con este patrón se rigen las leyes universales, el orden mundial y el ser humano: "Se trata de entender los estados de cambio y adaptarse al momento que vivo, que es permanente cambio".

La primera disciplina que conoció fue tai chi. Su maestro empezó a guiarlo y lo ayudó a encontrar su camino: "Me dio el empujoncito que necesitaba para darme cuenta de lo que tenía que trabajar en mí". A los seis meses empezó con yoga y, luego, con artes marciales. Se capacitó en las tres disciplinas al mismo tiempo, mientras tomaba clases todos los días: hizo el instructorado y, luego, la maestría.

De a poco, empezó a dar clases: le gustaba ver la evolución de sus alumnos, que entraban de una manera y se iban de otra. "¿Cuántos trabajos generan esta satisfacción, que cuanto más lo hacés, mejor te sentís?", se preguntó.

El empujón para enseñar se lo dio un maestro: "¿Te lo vas a guardar para vos?", lo interpeló. Entonces, decidió compartir lo que su maestro le había dado con tanto amor y generosidad: mientras más compartía, mejor se sentía.

Su primera experiencia como maestro y con la que dio el paso para dedicarse a esto fue en una de las escuelas de Pakua de Salta, a cargo del maestro director Leonardo Assaf. Hace unos siete años, empezó a dar clases en la Universidad Abierta de la Tercera Edad (Unate) y el último tiempo tuvo la oportunidad de dar yoga a adultos mayores en el penal de Villa Las Rosas.

"En Unate se me abrió una puerta gigantesca. Me fascina compartir este conocimiento y práctica con adultos mayores. Ellos tienen mucha experiencia: pueden ser mis padres o mis abuelos. Unate es una gran familia y la directora, Susana Tessio, es muy comprometida", señaló.

El dar clases online durante la pandemia fue todo un desafío, pero se lo tomó como una forma de estar bien y un compromiso con sus alumnos, la mayoría de los cuales estaban solos en sus casas. Durante dos a tres horas, se contactaba con ellos y les explicaba cómo usar el Zoom, conectar el micrófono y la cámara. Daba varias clases por día todos los días: sabía que sus alumnos lo necesitaban.

Aún hoy dicta clases online y el que quiera puede asistir. Hay que buscarlas en la página de Facebook "Unate Enseña Uno", donde quedan guardadas.

Según dijo, enseñar le genera satisfacción y bienestar: "Uno suma un granito de arena en el entorno: trato de que mis alumnos tomen conciencia y puedan estar mejor, que anden menos estresados, con menos ansiedad".

Aseguró que nunca planeó dedicarse a esto y que sigue siendo "un aprendiz eterno": "Mi maestro me decía: 'Cuando des clases, vas a aprender'. En una clase, el que más aprende soy yo: desde la experiencia de mis alumnos, desde las preguntas que me hacen y que no sé responder. Entonces, le pregunto a mi maestro y él, al suyo. Por la pregunta de un alumno, aprendemos cinco. Es un aprender infinito".

Roy dicta clases a jóvenes, adultos y adultos mayores. Para contactarse con él, en Facebook e Instagram "Comunidad Pakua Salta". Por teléfono, 3876003302.

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