En su mensaje pascual a los fieles católicos salteños, el arzobispo Mario Antonio Cargnello exhortó a la comunidad a tomarse en serio "el hacer el bien", aquel que "nos corresponde" como padres de familia, esposos, hijos, trabajadores y ciudadanos, según ejemplificó. La cabeza de la Iglesia de Salta pidió "ser buenos y responsables", haciendo bien las cosas que cada uno tiene que hacer desde el lugar que ocupa.
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En su mensaje pascual a los fieles católicos salteños, el arzobispo Mario Antonio Cargnello exhortó a la comunidad a tomarse en serio "el hacer el bien", aquel que "nos corresponde" como padres de familia, esposos, hijos, trabajadores y ciudadanos, según ejemplificó. La cabeza de la Iglesia de Salta pidió "ser buenos y responsables", haciendo bien las cosas que cada uno tiene que hacer desde el lugar que ocupa.
Anoche, en su homilía, en la misa central del Domingo de Pascuas en la Catedral Basílica, el monseñor reflexionó: "Frente a los conflictos del mundo de hoy, de nuestra patria, que no nos domine la tentación del abatimiento y la desesperación, nosotros tenemos la exigencia de la esperanza, de que es posible mejorar si nosotros tomamos en serio esto de 'hacer el bien', pero no simplemente el hacer el bien en una circunstancia cualquiera, le doy una moneda a alguien, de los que claman a veces en las puertas de nuestros templos, o en las orillas de los bancos hoy por hoy, no, eso hay que hacerlo también por supuesto, pero sobre todo hacer el bien, ese que nos corresponde: el padre ser un buen padre de familia y la madre una buena madre, ser buenos esposos, buenos hijos, buenos trabajadores, estudiantes, o lo que nos toque, buenos y responsables como ciudadanos, no buscar los intereses personales sino el bien común, debemos por ser cristianos dejar que la palabra de Dios nos comprometa".
Siguiendo el hilo añadió: "Eso que (el apóstol) Pedro dice que 'Él pasó haciendo el bien', sanando a todos los que habían caído en el poder del demonio", se refiere a "no dejarse vencer por la tentación de creer que el mal tiene la última palabra, nosotros creemos que el bien va a triunfar, ese es el gran mensaje que significa la Pascua", afirmó el religioso. Y para ser "coherentes" con todo lo que significa el paso de la muerte a la vida, "el plan de vida del cristiano es hacer el bien", reforzó.
En otro momento de su sermón, recordando partes del evangelio de San Juan que habla sobre la resurrección de Jesús, remarcó que "la fe nos hace uno, nos une" y que "solo en la comunión de la Iglesia se cree y se empieza, la fe nace del bautismo, esta transformación significa un salto de calidad que nos acerca a Dios".
"Es tan grande la fe, el horizonte de la fe, muchas veces nosotros la reducimos a lo nuestro, a los intereses de techo para abajo, a lo inmediato, al puro placer sin solidaridad real, sin hacer el bien desde una fraternidad", sostuvo. Y agregó un detalle: "El mismo Pedro dice que los que vivieron la experiencia del resucitado fueron unos pocos elegidos, eran ellos, 'a nosotros que comimos y bebimos con Él después de su resurrección'".
A lo que el arzobispo afirmó: "La señal más fuerte es la eucaristía, la misa, acá compartimos esa presencia que se hace pan y vino y entra dentro de nosotros y nos da fuerzas para seguir adelante".
Antes Cargnello había iniciado su sermón planteando: "Si habláramos en lenguaje de evolución diríamos que la resurrección constituye un salto de calidad en la creación, superior a los otros grandes saltos. Por ejemplo, de la no vida a la vida, de lo no humano a lo humano, pero el salto a la resurrección nos hace pasar del nivel de esta vida que acaba en la muerte a la vida sin muerte, a la vida plena, eso lo ha hecho un hombre, Jesucristo, que era y es Dios con nosotros, eso es lo que celebramos, eso es el fundamento de nuestra fe", señaló.
Ampliando el concepto dijo: "Si mirando la creación advertimos la dignidad del ser humano que puede pensar, querer, decidir, que tiene gusto por lo eterno, lo trascendente, pensemos la diferencia que hay en un ser para la muerte a un ser para la vida definitiva. Los cristianos somos personas llamadas a la vida, a la vida que no acaba, al cielo, a la eternidad".
Al finalizar la ceremonia, por mandato de la sede apostólica romana y en nombre del sumo pontífice Francisco, según destacaron, monseñor Cargnello impartió la bendición con indulgencia plenaria a los católicos presentes "arrepentidos, que se confesaron y recibieron la comunión".
Turistas, presentes en la misa de Pascuas
Liliana y Marta, dos amigas que llegaron a visitar la Salta desde la provincia de Buenos Aires, se disponían a ingresar a la misa pascual del mediodía en la Catedral Basílica. "Se le pide a Dios que haya paz, que la gente siga teniendo fe, que Dios nunca nos suelta la mano y que Él siempre está con nosotros, a pesar de todo; no solamente se le pide sino también se le agradece. A veces nos olvidamos de tantas cosas que tenemos para agradecer y solo pedimos", expresaron las mujeres.
Turistas extranjeros también participaron de la celebración, como Juan Pablo, procedente del vecino país de Uruguay, quien llegó con su familia. "Vengo para agradecer que tengo salud, trabajo y puedo pasear y estar con mi familia", manifestó encantado por los paisajes que conoció en Salta.
María Victoria, también de Buenos Aires, viajó con sus amigas para poder agradecerle a la Virgen del Milagro tantos favores. "Venimos una vez por año a agradecerle a la Virgen, estuvimos en la misa de la mañana y pedimos por nuestros seres queridos y en especial por una persona que queremos mucho y necesitamos que tenga fuerzas", comentó. Todos los años elige Salta porque le gusta la paz que generan los lugares adonde va. "Me gusta mucho San Lorenzo y el cerro San Bernardo, en especial. Hay una vibra muy diferente en esta ciudad", afirmó.