El maltrato infantil es una problemática social grave y muy presente en Salta. Exige que la sociedad se involucre más para comenzar a pensar distinto y denunciar estos hechos que destrozan a las infancias.
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El maltrato infantil es una problemática social grave y muy presente en Salta. Exige que la sociedad se involucre más para comenzar a pensar distinto y denunciar estos hechos que destrozan a las infancias.
La semana pasada se hizo pública la dramática situación que vivieron los niños que residían en el dispositivo de protección "Casita Feliz", donde las autoridades los introducían de forma violenta y con prendas de vestir a duchas de agua fría por orden de la jefa del hogar para "disciplinarlos".
En este contexto del vulneración de derechos de niños, niñas y adolescencias, los profesionales resaltan la necesidad de que la sociedad tome valor para cumplir con el deber moral y pierda el miedo para denunciar, ante los canales correspondientes cuando se sospecha que una niña, niño o adolescente está siendo víctima de maltrato.
"Lo principal que se debe hacer ante una situación en la que estén en peligro niños, niñas o adolescentes es llamar al Sistema de Emergencias 911. Cuando haya una urgencia, es lo mejor porque llegan más rápido. También se puede acudir a la comisaría más cercana", dijo la secretaria de Primera Infancia, Niñez y Familia de la Provincia, Carina Iradi.
"Luego sí, tenemos la línea 102 que es de escucha activa y se puede utilizar para otro tipo de situaciones, para cuando tenemos dudas y para las consultas. Ellos después se comunican con cada dependencia que tiene incumbencia en le tema", dijo la funcionaria.
A la línea 102 se pueden comunicar durante las 24 horas todos los días, las niñas, niños y adolescentes, familiares, personas adultas referentes o cualquiera que tenga conocimiento o sospeche sobre una situación de vulneración de derechos de chicas y chicos.
Los funcionarios resaltan que las denuncias son anónimas y que se respeta en todo momento el derecho preservar la identidad para evitar problemas o inconvenientes a futuro, en el caso de que el denunciante sea un familiar, vecino o conocido.
En el mismo sentido, hay que recordar siempre que es un deber de los profesionales y funcionarios dar aviso a las autoridades sobre los hechos que involucren un posible caso de maltrato infantil.
Desde la Secretaria de Primera Infancia, Niñez y Familia de la Provincia remarcan que "tanto el Sistema de Emergencias 911 como la línea 102 funcionan como el primer acceso al sistema de protección y por ello es importante darles difusión para que sus verdaderos destinatarios los conozcan y para que el Estado pueda prevenir determinadas situaciones y estar desde una línea telefónica activa las 24 horas, los 365 días del año para llegar cuando nos necesiten".
Escucha y orientación
El 102 es una línea de escucha, orientación, promoción y protección de derechos para niños, niñas y adolescentes. Es para chicos y chicas, y sin perjuicio de ello es muy consultada por adultos, vecinos, docentes y padres que requieren información.
Iradi explicó que "este sistema es fundamental en una política de promoción de derechos". Aclaró además que "no es la vía para atender urgencias, pero que los operadores a cargo están capacitados para canalizarlas de la manera más adecuada".
En Salta también están las Oficinas de Violencia Familiar y de Género (OVFG) en todos los distritos judiciales de la Provincia. En 2018 se inauguró la primera oficina del interior, en el Distrito Judicial Tartagal.
La OVFG atiende al público todos los días hábiles de la semana, en horarios judiciales. Trabaja a través de equipos interdisciplinarios conformados por profesionales de las áreas del derecho, la psicología y el trabajo social.
Al haber maltrato psicológico o emocional trabaja la Secretaría de Primera Infancia, Niñez y Familia junto a las Asesorías de Menores e Incapaces del Ministerio Público Pupilar y juzgados de Violencia de Género, mediante un equipo para conocer el contexto socioeconómico de la niña o niño afectado.
Si la situación es de riesgo se recurre a otro familiar para el cuidado del niño. En caso de no haberlo, como "última opción y provisoriamente", se lo envía a un hogar estatal. Si el caso supone, a su vez, un delito, intervienen fiscalías y juzgados de familia.