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Un mundo saturado de residuos plásticos es un planeta en riesgo

Cada año se producen más de 400 millones de toneladas.
Martes, 06 de junio de 2023 02:27

El 5 de junio fue instituido en 1972 por la Asamblea de las Naciones Unidas como el Día Mundial del Medio Ambiente, como corolario de la conferencia de la ONU sobre el Medio Humano, realizada desde el 5 al 16 de junio de ese año en Estocolmo. Esta fue la primera conferencia mundial que estableció al medio ambiente como un tema importante. Los participantes adoptaron una serie de principios para la gestión racional del medio ambiente, incluida la declaración y el plan de acción de Estocolmo.

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El 5 de junio fue instituido en 1972 por la Asamblea de las Naciones Unidas como el Día Mundial del Medio Ambiente, como corolario de la conferencia de la ONU sobre el Medio Humano, realizada desde el 5 al 16 de junio de ese año en Estocolmo. Esta fue la primera conferencia mundial que estableció al medio ambiente como un tema importante. Los participantes adoptaron una serie de principios para la gestión racional del medio ambiente, incluida la declaración y el plan de acción de Estocolmo.

La declaración de Estocolmo, que contenía 26 principios, marcó el inicio de un diálogo entre los países industrializados y en desarrollo sobre el vínculo entre "el crecimiento económico, la contaminación del aire, el agua y los océanos y el bienestar de las personas de todo el mundo".

Uno de los principales resultados de la conferencia de Estocolmo fue la creación del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

El Convenio de Estocolmo entró en vigor el 17 de mayo del 2004, siendo aprobado por Argentina mediante la Ley 26.011 en diciembre de 2004.

Este acuerdo tiene por objetivo que la política, la economía, más la ciencia y la tecnología trabajen juntos para lograr las siguientes metas:

* Eliminar/minimizar las emisiones y liberaciones intencionales de los contaminantes orgánicos persistentes, comprometiendo a la comunidad internacional a poner término a la fabricación, comercio y utilización de los mismos.

* Reducir o eliminar la producción no intencional de los COP.

* Promover y apoyar la transición hacia otras soluciones ambientalmente más seguras.

* Proponer la identificación e incorporación de nuevos COP a la lista original.

* Eliminar las antiguas existencias acumuladas y los equipos que contengan COP mediante estrategias de identificación y manejo ambientalmente racional.

* Promover el estudio del impacto a la salud y el ambiente de los COP, fortaleciendo los esquemas de monitoreo ambiental y vigilancia de la salud.

Desechos plásticos

Cada año el PNUMA señala una agenda destinada a generar conciencia y adoptar políticas que beneficien al ambiente y a los seres vivientes del que forman parte. Para este año 2023 se estableció el tema de los desechos plásticos.

Como simple comentario o anécdota, que muestra las costumbres cambiantes de una sociedad, extraída de la vida diaria, hogareña y de la mirada desde la enseñanza a los menores. Todos los seres humanos hemos reemplazado costumbres más saludables por otras más facilistas, como por ejemplo llevar una bolsa de tela para comprar el pan; o las gaseosas y lácteos envasadas en botellas de vidrio con tapas metálicas. Desde 1950 todo se fue plastificando. Recuerdo que una de las manualidades que nos enseñaban las profesoras en la primaria era hacer esas bolsas de tela, con bordados por supuesto. Y eran bolsas diferentes las que estaban destinadas al pan de las que se usaban para la verdulería o el almacén. Bolsas que se lavaban y se volvían a utilizar.

Hoy estamos abrumados por las bolsas plásticas, envases plásticos, tapas plásticas, vasos y bombillas plásticas: un universo de plásticos que se usan una sola vez y se tiran.

Entre las nefastas consecuencias de la pandemia de COVID-19 se cuenta el resurgimiento del plástico de un solo uso. Un auge de mascarillas, guantes, pantallas de protección, botellas de desinfectante para manos, kits de prueba, recipientes para llevar comida y un largo etcétera.

Los principales tipos de plásticos son:

* Polietileno: bolsas de plástico, láminas y películas de plástico, contenedores y botellas, microesferas de cosméticos y productos abrasivos.

* Polyester: botellas, envases, prendas de ropa, películas de rayos X.

* Polipropileno: electrodomésticos, muebles de jardín, componentes de vehículos, etc.

* Cloruro de polivinilo: Tuberías y accesorios, válvulas, ventanas, etc.

La mayor parte de los plásticos se emplean en la fabricación de envases, es decir en productos de un solo uso.

Se estima que cada año se producen a nivel mundial más de 400 millones de toneladas de plástico y menos del 10% se recicla. Entre 19 y 23 millones de toneladas de desechos plásticos terminan cada año en lagos, ríos y mares. Un grave problema derivado lo representan los microplásticos, partículas plásticas cuyo diámetro es inferior a 5 mm pero que se fragmentan hasta alcanzar el tamaño microscópico de una millonésima de milímetro. Estas partículas contaminan los alimentos, el agua e incluso el aire.

Se estima que las personas ingieren más de 50.000 partículas de plástico cada año, e incluso muchas más si se tienen en cuenta las partículas inhaladas.

Los productos plásticos de un solo uso que resultan desechados o quemados no solamente perjudican a la salud humana y la biodiversidad, sino que igualmente contaminan todo tipo de ecosistemas, desde los picos de montaña hasta el lecho marino. Es posible hacer frente al problema de la contaminación por plásticos si se aprovechan los avances científicos y las soluciones existentes.

Para resolver esta crisis es necesario que los gobiernos, las empresas, como demás partes interesadas, amplíen e implementen medidas eficaces dirigidas a evitar estos daños. Por tal motivo, resulta primordial que el Día Mundial del Medio Ambiente movilice medidas ambientales transformadoras en todos los rincones del mundo.

Las empresas que utilizan estos plásticos de un solo uso deberían hacerse cargo de los desechos que originan, ya que en la actualidad no lo hacen y menos aún en los países pobres.

Hay muchos otros plásticos, como los pañales, que vinieron a reemplazar a los pañales de tela. Horrible ver parques y plazas sembrados de pañales usados, tirados en bolsas plásticas en los paseos públicos, junto a cantidades incalculables de botellas y envoltorios.

Esos residuos de nuestra vida cotidiana, tratados con desidia, no se reciclan, pero circulan por cloacas y canales y terminan circulando por ríos, lagos y mares. Allí suelen ser ingeridos por animales, ya sea porque confundan las bolsas con alimentos o como microplásticos.

Se trata de una contaminación creada, usada y desechada por los seres humanos. La utilidad y los beneficios del plástico, que son reales, terminan afectando al ambiente y a la gente, porque la naturaleza no los procesa. Y la sociedad tampoco.

En el mar producen mortandad de peces y otras especies marinas que llegan a ser alimentos de los humanos, porque ningún organismo vegetal o animal los degrada.

El cronómetro del planeta

El tiempo se acaba y la naturaleza se encuentra en situación de emergencia.

Para mantener la temperatura global promedio por debajo de 1,5 °C este siglo debemos reducir a la mitad las emisiones anuales de gases de efecto invernadero antes de 2030. Si no actuamos ya, la exposición al aire contaminado aumentará en un 50% en esta década, mientras que los desechos plásticos que fluyen hacia los ecosistemas acuáticos podrían triplicarse para 2040. Pero estas no serán las únicas consecuencias. Le seguirán muchas más. Es necesaria una acción urgente para tratar estos problemas apremiantes. Es un imperativo del cuidado de la casa común. Más de 800 especies marinas y costeras se ven afectadas por esta contaminación por ingestión, enredo y otros peligros.

Un cambio hacia una economía circular puede reducir el volumen de plásticos que llegan a los océanos en más de un 80% para 2040; reducir la producción de plástico virgen en un 55%; ahorrar a los gobiernos 70.000 millones de dólares para 2040; reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 25%.

El marco legal

Nuestra Constitución Nacional y la de Salta señalan que debemos cuidar el ambiente sano, se señala que es un derecho y un deber del ciudadano para nosotros y para las generaciones futuras.

El tratamiento de los residuos urbanos ha sido legislado por la Nación, las provincias y los municipios. Tomar conciencia de la gravedad que significa esta contaminación, como asumir la obligación de cuidar la casa común hace necesario que refresquemos ideas, nos tecnifiquemos y actuemos pensando en lo que vendrá. Tratemos de dejar un mundo mejor para nuestros hijos, nuestros nietos y los hijos de nuestros nietos. Es nuestra obligación responder por el daño causado y no dejar que las consecuencias las paguen ellos.

* Es abogada, directora de IDEAS.

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