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19 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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Sharenting: los peligros de compartir constantemente la vida de los hijos en redes

Se trata de un fenómeno que va a en aumento con riesgos cada vez más inmediatos. Conversamos una especialista en Salud Mental acerca de los peligros a los que se ven expuestas las infancias y adolescencias y sobre los limites hay que implementar.  
Sabado, 01 de julio de 2023 17:28

La demanda sociocultural que exige estar “en línea” todo el tiempo va construyendo una creencia especialmente en adultos –y más tarde en adolescencias e infancias-, que asumimos sin cuestionar: lo que no se documenta y publica en las redes parece que no existió. Si la foto del cumpleaños de tu hijo/a o sobrino no está en simultáneo online pareciera que ese momento nunca sucedió. Pierde validez.

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La demanda sociocultural que exige estar “en línea” todo el tiempo va construyendo una creencia especialmente en adultos –y más tarde en adolescencias e infancias-, que asumimos sin cuestionar: lo que no se documenta y publica en las redes parece que no existió. Si la foto del cumpleaños de tu hijo/a o sobrino no está en simultáneo online pareciera que ese momento nunca sucedió. Pierde validez.

¿Qué pasa con el material que se sube a internet? Según expresó la Sociedad Nacional para la Prevención de la Crueldad contra los Niños (NSPC), en Reino Unido, “cada vez que una foto o video es publicada, se crea una huella digital del niño que puede seguirlo en su vida adulta”. Además de los riesgos probablemente más extremos, como son el ciberacoso, grooming, pornografía infantil y robos de identidad, aparece otra pregunta: ¿Qué pasa con la cuestión ética de publicar fotos de infancias y adolescencias de manera arbitraria, y en muchos casos, compulsiva? Si esas imágenes los hace sentir vulnerables, humillados, o simplemente se oponen a que ese material esté al alcance de sus compañeros de escuela (por ejemplo), se está vulnerando sus derechos.

En relación al término “sharenting”, refiere a un anglicismo que proviene del verbo share (compartir) y del sustantivo parenting (paternidad).

¿A qué se debe la necesidad de compartir online y de manera compulsiva la vida de nuestros hijos? Para analizar este panorama con sus múltiples aristas NA conversó con Ornella Benedetti, psicóloga y co fundadora de la RedPsi -Psicología a tu alcance-.

Benedetti introduce la problemática puntualizando sobre un tema que no siempre se habla y es clave de visibilizar: la cuestión ética y la responsabilidad que conlleva subir contenido infantil a las redes. “A ninguno de nosotros nos gusta que un amigo o familiar suba una foto o video nuestro sin consultarnos previamente. Esto puede ser por cosas triviales como "no salí lindo/a" o bien porque exponen algo de nosotros que no queremos que se vea. Por suerte, como adultos, contamos con una cierta cantidad de herramientas que nos permiten reducir los "daños", desde pedir que no lo suban o que no nos etiqueten hasta bloquear publicaciones o incluso hacer una denuncia. Pero en el caso de los niños, no cuentan con los mismos recursos para defenderse. A los niños hay muchas cosas que no se les consultan y se elige por ellos: su ropa, la escuela e incluso el nombre (somos nombrados por otros)”.

Y resalta: “Los adultos subimos constantemente fotos de hijos, sobrinos, y otras infancias y obviamente lo hacemos como un acto de amor. Sin embargo, cada publicación que hacemos tiene el potencial de viralizarse o tergiversarse, por lo que debemos tener cuidado con las publicaciones que subimos de los demás, especialmente de un niño, ya que todas van generando una "huella digital" que en el futuro puede acarrear consecuencias negativas para aquellos a quienes exponemos. Tenemos que ser conscientes de que los niños están desarrollando su propia identidad y debemos respetar su derecho a eso. Exponerlos puede influir en la forma en que los demás los perciben y moldear su imagen pública antes de que tengan la capacidad de hacerlo por sí mismos. Y, sobre todo, lo que más nos preocupa: a veces estamos tan inmersos en la tecnología y las redes que los padres olvidan ejercer su función y están más preocupados por cómo los ven como padres que por poder ocupar ese lugar”.

Huella digital y algoritmos inteligentes

Todo lo que hacemos en internet deja una huella y va construyendo la identidad digital. Teniendo en cuenta esta premisa, ¿cuáles son los principales peligros a los que se ven expuestos los menores? ¿Qué pasa con el factor viral de ese contenido y a la pérdida de control sobre este?

“Las redes sociales abren una puerta peligrosa: Es sabido el crecimiento exponencial a nivel mundial de casos de ciberacoso, grooming, pornografía infantil e incluso de robos de identidad. Pero hay otro peligro del cual no se habla mucho, y es aquel relacionado con cómo los algoritmos “leen” nuestra actividad. ¿A quién no le ha ocurrido sentir que su celular o computadora "lo escucha"?  Esta situación conlleva muchas consecuencias”, puntualiza la especialista.

Entre esas consecuencias, sostiene entre las primeras a la pérdida total de control en el mundo digital ya que “los algoritmos aprenden nuestros patrones de consumo y nos muestran constantemente publicidades afines a nuestros intereses lo que puede provocar compras compulsivas y poco premeditadas, especialmente en el caso de los niños”.

Asimismo, advierte que hay que poner “especial atención” en aquellas publicaciones que nos aparecen como material que nos interesaría ver, generando de esta manera una visión sesgada de la realidad. “Cuando recibimos esa información constantemente es fácil creer que todo el mundo piensa de una determinada manera, cuando en realidad es solo como nos hace sentir al ver constantemente publicaciones con opiniones similares. Y esto puede ser especialmente peligroso con temas sociales o políticos”, detalla.

 

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