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Todo lo que tenés que saber para honrar a la Pacha y sahumar tu casa

Tradiciones milenarias, que en las nuevas épocas siguen sumando seguidores. La celebración de la Madre Tierra y la limpieza con humos de nuestra casa y trabajo, es una costumbre que crece y se arraiga en los salteños.  
Lunes, 31 de julio de 2023 21:02


Comenzó agosto, el mes de los vientos, de la Madre Tierra, de la renovación. 

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Comenzó agosto, el mes de los vientos, de la Madre Tierra, de la renovación. 

Marcela López, es tarotista y numeróloga, y desde hace más de dos décadas se dedica a la armonización de las energías. Y es que el sahumo que se realiza todos los agosto, lleva como eje la armonziación de las energías. "Es el mes del brote, del nacimiento. El momento en que vamos dejando el letargo del invierno y las horas oscuras, para prepararnos al ingreso de la primavera", explicó Marcela. 

La ceremonia de sahumar nuestras casas y espacios de trabajo, llegan hasta estos tiempos gracias a las tradiciones familiares. Son costumbres que cada miembro de la familia fue aprendido de los mayores de la casa. Pero en estos últimos años, el manejo de las energías y la necesidad de tener mejores ondas y vibraciones en nuestros espacios de trabajo y de convivencia, suma más seguidores a la ceremonia del sahumado. 

El humo al igual que el agua tiene la finalidad de limpiar y es por esos que los sahumos se realizan en cada espacio de la vivienda, "principalmente en las esquinas" y debajo de los muebles. Allí es donde la energía queda frenada, donde se esconde lo que queremos sacar de nuestro espacio. 

 

Nunca de noche

 

Marcela explica que además a ceremonia del sahumado debe hacerse antes de las 19, nunca de noche. "Y esto siempre, cada vez que se sahume", agregó la tarotista. Esto tiene que ver con las energías que se mueven en la luz y en la oscuridad. "Y cuando sahumamos después de las 19, nos encontramos con otras energías que no son las que queremos en nuestra casa", detalló. 

Durante la ceremonia del sahumo se debe limpiar la casa, y sacar todo lo viejo, lo roto, lo que frena, estanca o detiene. Abrir las ventanas y dejar que los nuevos vientos llegar a nuestro hogar o nuestra oficina, porque los vientos también sirven para limpiar. 

 

El puñal en la Tierra

 

El homenaje a la Pachamama, la Madre Tierra, es otra de las ceremonias que se acostumbra realizar, junto con el sahumado, durante todo el mes de agosto. En esta ofrenda a la Tierra, la primera acción antes de abrir el pozo de las ofrendas, es clavar una puñal en la tierra. "Esta ceremonia es para evitar que salgan de la  Madre Tierra, todos los espíritus que no queremos", explicó Marcela que no dudó en agregar que se debe recordar que todo es energía, todo tiene espíritu y todo tiene vibración. 

 

 

Una vez que se hace el pozo se puede iniciar con la ceremonia de las ofrendas. Es el momento de agradecer, por todo lo que la Madre Tierra ofreció y pedir por lo nuevo que vendará en esta nueva etapa que se inicia, la etapa de florecimiento.

 

Espantar los males con tres tragos

Tomar caña con ruda el primer día de agosto es una costumbre que no pierde adeptos. Se cree que cumplir con este ritual atrae la salud y la suerte y aleja la envidia y los maleficios. Siete sorbos, tres tragos, uno largo, un vaso entero, y siempre en ayunas.  Esta costumbre es una tradición milenaria, que proviene de los pueblos originarios de América que reconocían en la ruda múltiples propiedades medicinales contra parásitos y malestares gastrointestinales, además de su uso para calmar el ardor y la irritación de picaduras de bichos y alimañas.


 

 

Originalmente se utilizaban licores fabricados con chañar, patay, tunas o algarroba, a los que se les agregaba la contrayerba o hierbas medicinales. Con la llegada de los europeos, los componentes fueron mutando hasta conformar la receta que hoy conocemos. La introducción del cultivo de caña para la fabricación de azúcar, en la época de la colonización española, empezó a producir paralelamente el aguardiente de caña. A esto se le sumó la llegada de la ruda a América cuyas capacidades medicinales no pasaron desapercibidas. 

A esta combinación de planta y bebida, el imaginario guaraní le fue adjudicando propiedades y virtudes. De allí derivó la creencia popular que considera a la caña con ruda como un conjuro contra la envidia y la mala suerte. Este brebaje se consume “para espantar los males del invierno”. 

 

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