La alarma se disparó por toda la zona en cuestión de minutos cuando en la tarde del lunes vecinos de la comunidad Piquirenda ubicada al costado de la Ruta Nacional 34 en jurisdicción del municipio de Aguaray, por redes sociales primero y luego por los medios informativos dieron a conocer que varios adultos, entre ellos dos mujeres intentaron llevarse a varios niños pequeños de esa comunidad, a los que les entregaban billetes de mil pesos para tentarlos a acercarse a dos vehículos de alta gama que estacionaron en la calle principal de la comunidad .
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La alarma se disparó por toda la zona en cuestión de minutos cuando en la tarde del lunes vecinos de la comunidad Piquirenda ubicada al costado de la Ruta Nacional 34 en jurisdicción del municipio de Aguaray, por redes sociales primero y luego por los medios informativos dieron a conocer que varios adultos, entre ellos dos mujeres intentaron llevarse a varios niños pequeños de esa comunidad, a los que les entregaban billetes de mil pesos para tentarlos a acercarse a dos vehículos de alta gama que estacionaron en la calle principal de la comunidad .
Hasta el momento se desconoce si el personal policial, que también fue advertido mediante llamadas realizadas al 911 pudieron localizar las camionetas que fueron perfectamente descriptas por los familiares de los niños que milagrosamente lograron evitar el intento de robo de los menores. Los pobladores de esa comunidad guaranítica relataron que vieron “dos camionetas cuatro por cuatro que andaban por la comunidad, una blanca y otra negra pero las dos sin patentes y las dos con vidrios polarizados. Estacionaron a la entrada y unas mujeres -una de ellas más bien gorda y de pelo rubio- se bajaron y comenzaron a darle billetes de mil pesos y de 500 a unos nenes que estaban jugando en la vereda de su casa. Los chiquitos son de 3, 4 y 5 años y ellos agarraban el dinero que les ofrecían. Luego una de ellas los tomó de la mano y cuando estaban por hacerlos subir, el nene de 5 años comenzó a gritar”.
El llanto del nene que se resistía a subir al rodado alarmó a los vecinos de la comunidad originaria que salieron corriendo de sus humildes viviendas por lo que los ocupantes de los rodados pusieron en marcha a los vehículos y partieron con dirección hacia la Ruta Nacional 34 mientras la gente llamaba insistentemente al Sistema de Emergencias 911 describiendo a las dos camionetas y a sus ocupantes.
“Esto pasó a la tarde, llamamos al 911, a la Brigada, pero desde esa hora la policía nunca vino” aseguraron dos jóvenes de la comunidad originaria alrededor de las 22 horas de anoche, una de ellos tía del menor que salvó a los otros chiquitos de ser raptados. Los vecinos no salían del susto y como hasta las 2 de la mañana permanecieron despiertos temerosos que los sujetos regresaran a Piquirenda.