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La falta de medicación psiquiátrica agudiza la situación del Ragone

Profesionales revelaron que se están quedando sin fármacos para tratar casos graves y se sienten desbordados. A esto se suman los problemas edilicios y el retraso en las obras.
Lunes, 15 de enero de 2024 23:29

Fallas eléctricas, irregularidades en el servicio de agua, montañas de escombros dispersas, salas colapsadas y profesionales al límite describen la actualidad del hospital Miguel Ragone. A estos problemas estructurales que comenzaron a salir a la luz en 2022, se sumó un marcado aumento de pacientes y una situación crítica en las últimas semanas: faltante de medicación psiquiátrica para personas que pueden desestabilizarse si interrumpen sus tratamientos.

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Fallas eléctricas, irregularidades en el servicio de agua, montañas de escombros dispersas, salas colapsadas y profesionales al límite describen la actualidad del hospital Miguel Ragone. A estos problemas estructurales que comenzaron a salir a la luz en 2022, se sumó un marcado aumento de pacientes y una situación crítica en las últimas semanas: faltante de medicación psiquiátrica para personas que pueden desestabilizarse si interrumpen sus tratamientos.

A mediados de 2022, trabajadores del hospital de salud mental empezaron a hacer pública la realidad de la institución. Publicaron cartas abiertas, hicieron marchas, recurrieron a redes sociales y salieron en medios de comunicación para reclamar acciones en el único hospital con esta especialidad que hay en la provincia.

En julio de ese mismo año, el Gobierno de la Provincia anunció un plan de reformas para solucionar los problemas más urgentes del edificio. Se informó que habría una inversión inicial de $110 millones y se trabajaría en una superficie aproximada de 1.525 metros cuadrados.

De ese proyecto, hasta ahora solo se inauguró una primera etapa que incluyó básicamente arreglos en la sala de internación de varones, modernización del laboratorio, mejoras en galerías y la habilitación de un área de servicio especial para los internados que están en la última etapa antes de recibir el alta.

Los trabajos en el pabellón donde se aloja a las mujeres se programaron para una segunda fase que, según fuentes internas y externas, se inició pero corre riesgo de quedar a medias por la crisis económica y los recortes presupuestarios. En este sector, entre otras cosas, hay baños sin puertas y ventanas en mal estado.

Pero los inocultables problemas edilicios dejaron de ser los más acuciantes en las últimas semanas frente a la falta de insumos y fármacos para atender a personas con afecciones graves de salud mental.

Profesionales del hospital que prefieren resguardar sus nombres por temor a represalias revelaron que en la guardia de emergencias falta medicación desde hace días.

"Los insumos están siendo insuficientes. Actualmente en la farmacia del hospital no hay medicación antipsicótica en comprimidos ni en inyectables. Para las urgencias, el equipo de salud hace la receta y el paciente debe comprar la medicación, pero la mayoría no puede", dijeron.

También revelaron que dejó de entregar remedios Incluir Salud, el programa de la Agencia Nacional de Discapacidad que brinda servicios a través del sistema público a todos los titulares de pensiones no contributivas. Los beneficiarios están acudiendo al hospital Miguel Ragone para tratar de continuar con sus tratamientos pero no les pueden dar respuestas.

"Las consultas en salud mental aumentan exponencialmente. Muchos usuarios se han volcado al sector público. Se ha saturado el sistema estatal de salud mental en toda la provincia y no se han sumado recursos humanos", describió una especialista.

Resguardo

Por su parte, María José Miranda, curadora oficial que trabaja en la órbita del Ministerio Publico Pupilar, confirmó que la medicación es insuficiente. La funcionaria, que tiene la responsabilidad de resguardar los derechos de personas afectadas en su salud mental sin familiares que se hagan cargo de ellos, dijo que se están comprando los fármacos para algunos pacientes internados en el hospital con el dinero de sus pensiones. Sin embargo, se necesita otra solución porque algunos medicamentos cuestan más de 90 mil pesos, valor que supera el de las pensiones.

"Falta la medicación para las personas internadas y para los pacientes que deberían tener cobertura de Incluir Salud. Los familiares deambulan buscando soluciones y algunos están sacando préstamos porque no tienen otra salida", compartió otro integrante del equipo profesional de la institución.

En este contexto, también se complica contener a los pacientes que llegan a la guardia crisis de excitación psicomotriz, abstinencia o cuadros de violencia severa.

El gerente del hospital, Fernando Acuña, comunicó a El Tribuno que en este momento no puede dar una entrevista para hablar sobre la situación porque atraviesa problemas personales. El secretario de Salud Mental y Adicciones Martín Teruel, en tanto, explicó a este medio que se encontraba de viaje en el interior y dijo, además, que quienes deben informar sobre el tema son los responsables de la institución.

La realidad de las mujeres

La continuidad de los arreglos que necesita el hospital Miguel Ragone no está asegurada de acuerdo a la información que manejan empleados de distintos servicios.

"Actualmente continúa la obra pero con menos personal. No se detuvo por ahora pero tampoco avanza con la rapidez necesaria. Falta el sector de sala de mujeres", dijo una de las voceras de los trabajadores de salud mental.

Los constantes cortes de agua que sufría el edificio se solucionaron parcialmente, con la colocación de una cisterna y el arreglo de caños. "No se hizo ningún pozo. La provisión sigue siendo a través del camión de Aguas del Norte", comentó una persona vinculada al mantenimiento. "En el sector de consultorios externos y el de guardia se siguen cargando los baños con baldes", agregó otra.

También hay cuestionamientos sobre los arreglos que se hicieron en la primera etapa. "Las construcciones nuevas ya tienen goteras. La sala que inauguraron hace poco está con roturas y pérdidas en los techos. Con las lluvias han vuelto a surgir los problemas. Todo lo que se hizo fue de pésima calidad. Anularon las estufas y pusieron aires acondicionados que no se pueden prender porque hacen saltar la térmica", coincidieron dos profesionales

También revelaron que "los insumos para la comida disminuyeron y cada vez se otorga menos material para enfermería, artículos de librería o elementos para la limpieza, por lo cual hay muchos faltantes".

Rechazo a los cambios a la ley de Salud Mental

Profesionales del hospital Miguel Ragone coincidieron en rechazar los cambios que propone el Gobierno Nacional para la ley de Salud Mental, pero al mismo tiempo dijeron que lo primordial es que se den las condiciones para que esa norma siga vigente porque en Salta se cumple parcialmente.

Las modificaciones contempladas en el paquete de leyes que busca transformar el presidente Javier Milei suponen, entre otros puntos, darle al juez la facultad de decidir sobre la internación psiquiátrica de una persona. Actualmente, esa resolución se debe tomar en conjunto con un equipo de salud y reevaluarse periódicamente para evitar decisiones arbitrarias y que los pacientes queden alojados en una institución de manera crónica a menos que sea estrictamente necesario.

La propuesta de Milei también vuelve atrás en la idea de ir cerrando o transformando los centros asistenciales monovalentes de salud mental y que cualquier hospital ofrezca la atención psiquiátrica y psicológica como una especialidad más.

Médicos de Salta consideraron que se debe mantener la ley actual, aunque en la provincia aún haya muchos aspectos que no se cumplan.

Vivir en el hospital

Desde el Ragone indicaron que, en vez de disminuir la cantidad de internaciones y priorizar los tratamientos ambulatorios, en la provincia aumentó la cantidad de pacientes que viven en el hospital.

"La internación crónica se ha profundizado. Es justamente es lo que se quería evitar con la ley de Salud Mental. Con la altísima demanda que hay en guardias y consultorios, se ha comenzado a dar internaciones sin plazo determinado. La cantidad de pacientes ha aumentado muchísimo después de la pandemia y no así los profesionales El sector de consultorios externos no da abasto y el de atención domiciliaria no tiene los recursos para responder a la demanda y evitar reinternaciones", comentaron.

Además resaltaron que no hay "casas de medio camino", es decir viviendas a donde puedan mudarse los pacientes que ya están en condiciones de dejar el hospital pero no tienen propiedades, recursos para alquilar ni familia.

Todo eso hace que la ley nacional, considerada de avanzada, no se aplique de manera integral por falta de recursos y políticas orientadas a ese fin.

"En el Ragone no hay psiquiatras y faltan enfermeros y psicólogos"

Desde su cargo, María José Miranda es responsable de garantizar que se cumplan los derechos de personas afectadas en su salud mental que no tienen un entorno familiar que los apoye. Dentro de sus funciones también está la de supervisar las condiciones de alojamiento en instituciones de salud mental.

¿Cómo está la situación edilicia del hospital Miguel Ragone?

En materia edilicia, se terminó la sala de varones y se hizo un servicio de pre-alta, que también está inaugurado. A fines de 2023 hice una presentación al Gobierno de la Provincia porque la sala de mujeres tiene demasiadas falencias.

Desde el área de Infraestructura del Ministerio de Salud me indicaron que, una vez que se terminara la obra de la sala de varones, empezaban con la sala de mujeres.

Cuando fui la última vez a la sala de varones nueva y al lugar donde está el sistema de "pre-alta", a cada rato saltaba la térmica. Entonces hice una presentación y se comprometieron a realizar adecuaciones eléctricas que ya se hicieron.

¿Cómo está el hospital en materia de recursos?

La cuestión de los recursos humanos es preocupante. No hay psiquiatras. No hay jefes de sala, porque la diferencia de sueldo es de 20 mil pesos nada más y la responsabilidad es enorme. Entonces, ningún profesional quiere aceptar ser jefe de sala, con lo cual no hay quien coordine.

Además faltan enfermeros, trabajadores sociales, psicólogos y acompañantes terapéuticos. Se está jubilando un montón de gente y esas vacantes no son cubiertas.

¿Cuál es el problema más urgente?

El problema más acuciante ahora es la falta de medicación. En este momento les estoy comprando los medicamentos a los pacientes internados que están a mi cargo con la plata de sus pensiones. Pero no hay ni siquiera medicación para los pacientes internados, con lo cual la situación que podemos llegar a tener es límite.

Una caja de 90 comprimidos de una de un antipsicótico de segunda generación que se usa en el tratamiento de la esquizofrenia sale 97 mil pesos.

Además no hay no hay una unidad de desintoxicación para drogas, un tema súper grave. Se cerró la sala de desintoxicación y no hay en toda Salta una unidad de desintoxicación. El Ragone manda a los pacientes a la guardia porque ya no hay sala específica para eso.

 

 

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