Varias familias afectadas por el déficit habitacional, ingresaron a un terreno hace una siete meses y crearon el asentamiento San Justo IV, en la zona sureste de la capital salteña. En medio de múltiples necesidades, el temporal de lluvia del martes los afectó considerablemente y los dejó casi sin nada.
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Varias familias afectadas por el déficit habitacional, ingresaron a un terreno hace una siete meses y crearon el asentamiento San Justo IV, en la zona sureste de la capital salteña. En medio de múltiples necesidades, el temporal de lluvia del martes los afectó considerablemente y los dejó casi sin nada.
EN VIVO | Desde el Asentamiento San Justo con familias inundadas
El intenso temporal de lluvia de hace unos días, provocó la crecida y desborde del río Ancho. En su paso, se llevó por delante gran parte de las precarias casas de más de 26 familias que residen en el lugar.
Con el agua hasta la cintura, tuvieron que salir a pedir auxilio al servicio de emergencia de protección ciudadana.
Familias evacuadas
Un grupo compuesto por adultos mayores, niños y mujeres embarazadas, fueron evacuados y trasladados al CIC de la zona. Sin embargo, al resto les prometieron enviarles provisiones como alimentos y ropa, lo que hasta el momento no se concretó.
El panorama al regresar fue desolador, algunas de sus cosas, muy pocas, pudieron ser resctadas, entre ellas cochecitos y catres. Carla Barrionuevo, una de las damnificadas, expresó: “Estamos muy angustiados, perdimos la mayoría de nuestras cosas, colchones, muebles, camas, todo quedó enterrado en el barro. Sacamos una cantidad de víboras impresionante. Tenemos los postes de luz y los cables bajo el agua. No sabemos que tiene que pasar para que nos ayuden”.
Pedido de ayuda para las familias
Luego, relató: “El agua nos llegó hasta la cintura. Vino el intendente y nos dijo que iba hablar con el gobernador, para ver si nos podían ayudar. Hasta el momento no lo hicieron. Ayer a la noche para tratar de resguardar lo poco que nos quedo, intentamos subir a un sector más alto pero nos sacó la policía”.
Y afirmó: “Cuando se desbordo el río ancho no queríamos irnos para no perder nuestras cosas, pero fue imposible seguir. Tuvimos que salir con nuestros niños, ya que el agua nos llegó a la cintura. Sabemos que este no es el mejor lugar para vivir, pero estamos aquí por un amparo. Nos permitieron estar aquí. Pedimos ayuda urgente, no sabemos qué vamos a hacer si continúa lloviendo. Nos sentimos olvidados por el Estado”, finalizó.