El inicio de clases significa un sinfín de emociones. Entre el "bajón" de quienes no quieren regresar a las aulas y la alegría de quienes comienzan el secundario, también aparece el entusiasmo por el "UPD": el Último Primer Día de los que se despiden del secundario.
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El inicio de clases significa un sinfín de emociones. Entre el "bajón" de quienes no quieren regresar a las aulas y la alegría de quienes comienzan el secundario, también aparece el entusiasmo por el "UPD": el Último Primer Día de los que se despiden del secundario.
Este festejo ya se volvió un ritual, casi obligatorio, para los alumnos de la "Promo 24" y se trata de una fiesta o previa que realizan la noche antes del inicio de clases, donde se reúnen todos los compañeros en una casa, contratan un DJ, hacen juegos, retos y toman bebidas alcohólicas. La fiesta dura toda la noche y finaliza en el horario de ingreso al colegio.
El Tribuno dialogó con alumnos del último año del colegio Américo Vespucio y contaron con detalles cómo se organizaron y la opinión de padres y docentes sobre este festejo.
"Para nosotros es algo muy importante, es festejar que estamos en quinto año, que es nuestro último año todos juntos aquí en Salta, porque luego todos se van a estudiar a otro lugar", dijo Milagros Nazar, delegada de la Promo 24 del Vespucio.
Un dato no menor, es que los chicos que ahora cursan el último año del secundario, no pudieron cursar de manera presencial los primeros dos años, pero a pesar de esa complicación, pudieron disfrutar al máximo la convivencia desde 3° año.
Divertirse, pasarla bien y estar unidos, son algunos de los objetivos de los chicos de la promo.
La organización
Comenzaron con los preparativos el año pasado, cuando terminaron las clases. Durante todas las vacaciones no perdieron contacto y a través de grupos de WhatsApp fueron proponiendo ideas y calculando gastos.
"Somos 8 delegados y hacemos el UPD con otros colegios: el Jean Piaget, el Tomasini y el Santo Tomás de Aquino. Somos 200 en total", detalló Milagros. Los delegados tenían diversas tareas, desde realizar las contrataciones de los servicios, pedir autorización a los padres hasta solicitar el permiso policial, en caso de algún control.
Los gastos
Los chicos juntaron un total de $500.000 pesos para cubrir los gastos esenciales: casa con pileta, DJ, iluminación y animación, seguridad privada, servicio de hielo, de desayuno y juegos. Con el aporte de $2.500 cada uno, lograron cancelar todos estos servicios.
En cuanto a la bebida, cada chico debe llevar lo que va a consumir, al igual que el cotillón y los accesorios.
Otra costumbre de los alumnos es confeccionarse un remerón: con brillos, lentejuelas, canutillos y pintura de muchos colores, los chicos se diseñan su vestimenta con la leyenda "Promo 24".
Los juegos
Durante la noche, además de beber y bailar, la promo también va a entretenerse con juegos y retos como la "kiss cam", donde el desafío es besarse con algún compañero o compañera; el "juego del semáforo", que consiste en responder de forma afirmativa o negativa a las "preguntas picantes" de los compañeros; y otros retos como el "Verdad o Consecuencia", donde la prenda es tomar algún trago.
Opinión de los padres
"Hicimos un grupo de WhatsApp con los padres explicándoles sobre el UPD", contó Milagros. Al principio, los papás no se mostraron muy contentos con la idea y muchos no querían autorizar a sus hijos a participar de este evento.
Por eso, los chicos se comprometieron a "portarse bien" y van a contar con la presencia de cuatro padres que se dividirán en turnos para cuidarlos. "Nos comprometimos a controlarnos con la bebida y parar el consumo hasta cerca de las 5 am. Vamos a desayunar y llevaremos analgésicos por si alguno se descompone", explicó la chica.
En cuanto a los profesores, Milagros señaló que años anteriores hubo amonestados por estar alcoholizados y hasta un expulsado, debido a eso los alumnos comenzaron a tomar medidas de precaución para evitar llegar a esas instancias y charlaron con sus profes, comprometiéndose con ellos a llegar en buenas condiciones al primer día de clases.
"Nuestros profes nos dijeron que mientras lleguemos bien no pasará nada, por eso nos propusimos ser cuidadosos porque no queremos llevarnos un mal recuerdo de nuestro último primer día de clases", dijo Milagros.
Hora de ir a clases
La noche del UPD, los chicos llevan su uniforme en la mochila para ir directo al colegio después de la fiesta. Algunos son buscados por los padres y otros van en colectivo. Después de una noche divertida e inolvidable, "la promo 24" debe volver a clases y empezar el cursado.
El UPD ya es una moda, ahora es un festejo al que los egresados le dedican el mismo tiempo de organización que al viaje de egresados, la campera de la promo y el banderazo. Las fotos, los videos y perlitas de este gran evento serán atesorados en las redes sociales y en el corazón de cada alumno.