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Con la llegada de la primavera, las altas temperaturas invitan a dejar atrás los platos calóricos del invierno y apostar por comidas frescas y livianas. Nutricionistas recomiendan aprovechar esta estación para sumar frutas, verduras y actividad física a la rutina diaria y así mejorar la salud y el peso.
La estación de las flores es sinónimo de cambios. “Este es el mejor momento para modificar los hábitos”, asegura la licenciada en Nutrición Soledad Ceballos, quien destaca que el calor obliga a variar los menús y dejar de lado guisos y comidas muy calóricas.
Cinco porciones al día
Ceballos subraya que el consumo de frutas y verduras debe alcanzar cinco porciones diarias. Lo ideal: medio plato de vegetales en almuerzo y cena, más frutas en desayuno y merienda. Esto aporta fibra, agua, vitaminas y minerales, genera saciedad y ayuda a reducir el consumo de pan e hidratos.
Frutas de estación como ananá, frutillas y kiwi, junto con las clásicas banana, manzana y naranja, son las más aconsejadas. Siempre es preferible comerlas crudas para conservar mejor sus nutrientes.
Evitar trampas y elegir condimentos naturales
La nutricionista advierte que no es lo mismo comer la fruta fresca que en tartas, licuados o jugos con azúcar. Si se opta por jugos, no superar un vaso de 200 ml. Para las verduras, mejor ensaladas crudas o cocciones rápidas como salteados.
En los condimentos, recomienda reemplazar picantes y especias fuertes por hierbas aromáticas como albahaca, romero, laurel u orégano. También se pueden sumar especias como la cúrcuma por su efecto antiinflamatorio.
Meriendas y picadas más saludables
Entre las colaciones, Ceballos sugiere reemplazar infusiones con panificados por yogur griego natural con frutas, frutos secos o coco rallado. Este tipo de yogur es rico en proteínas y probióticos, fundamentales para cuidar la flora intestinal, sobre todo en épocas de calor.
Para las picadas, aconseja preferir carnes magras, huevo en omelette o soufflé, humus con bastones de vegetales, quesos livianos, galletas con semillas y frutos secos. También reducir los fiambres por su alto contenido de sodio y elegir bebidas sin azúcar, como aguas saborizadas con frutas, té frío o infusiones de hierbas.
Sumar movimiento
Para lograr objetivos como bajar cinco kilos antes de fin de año, la nutricionista destaca la importancia de acompañar la alimentación con actividad física regular: de tres a cinco horas semanales de una disciplina que se disfrute, como caminar, andar en bicicleta, bailar o nadar.
Además, recomienda beber entre 8 y 10 vasos de agua al día para mantenerse hidratado.
“La primavera es una invitación a adquirir nuevos hábitos. Con agua, comida fresca y ejercicio, no solo se ve el cambio en el cuerpo, también en el ánimo”, resume Ceballos.