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Franco Colapinto, la gran promesa del automovilismo argentino, vivió un momento de máxima tensión en el circuito de Hungaroring, en Hungría, durante una jornada de pruebas privadas con neumáticos Pirelli organizadas por la escudería Alpine. El piloto de 21 años perdió el control del monoplaza en la temida curva 11 y terminó saliéndose de pista a alta velocidad, lo que obligó a una rápida intervención médica.
El incidente se produjo en el segundo día de ensayos destinados al desarrollo de compuestos para futuras temporadas de la Fórmula 1. Según trascendió, Colapinto estaba girando con uno de los monoplazas de pruebas del equipo Alpine cuando se fue ancho en una de las curvas más rápidas del circuito, a más de 250 kilómetros por hora, lo que generó una gran preocupación en boxes.
Minutos después del impacto, fue trasladado al centro médico del circuito, donde se le realizaron los controles correspondientes. Alpine emitió un comunicado oficial para llevar tranquilidad:
*“Durante la mañana del segundo día de pruebas de neumáticos Pirelli en el Hungaroring, Franco Colapinto sufrió un incidente en la curva 11. Fue evaluado en el centro médico del circuito y se encuentra bien”*, expresaron desde el equipo francés.
La noticia generó repercusión y también encendió las alarmas en el automovilismo argentino, que sigue de cerca cada paso del oriundo de Pilar. Aunque no trascendieron imágenes del accidente, se supo que el coche sufrió daños importantes, lo que obligó a interrumpir momentáneamente la actividad en pista. La curva 11 del Hungaroring, una veloz derecha que se toma casi a fondo, ya ha sido escenario de otros accidentes en el pasado debido a su dificultad y la falta de margen ante cualquier error.
Afortunadamente, Colapinto no sufrió lesiones graves y ya estaría de regreso en su hotel, en buen estado de salud. Fuentes cercanas aseguran que el piloto se encuentra de buen ánimo, aunque con el lógico susto encima.