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Lali coronó el año con Sandra Mihanovich como invitada en Vélez

El público ovacionó a las artistas unidas por la música, en especial, después de la interpretación de "Soy lo que soy".
Miércoles, 17 de diciembre de 2025 22:12
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En el estadio de Vélez la noche del martes se vivió una auténtica celebración cuando Lali Espósito, dueña del escenario, ofreció su último show del año con entradas agotadas. Fue el broche de oro para cinco conciertos que marcaron el pulso del pop en 2025 y la consagración de una artista que no deja de reinventarse.

"El demonio puede esperar", parecía dictar el aire al abrigo de los acordes de "No vayas a atender al demonio cuando llama", el disco que Lali trajo como estandarte. Todo, frente a un estadio rendido, que también abrazó cada clásico de trabajos previos.

Primero, Moria Casán encendió los gritos con la potencia de "¿Quiénes son?", y allí mismo el cruce generacional fue palpable. También se sumó Dillom, renovando el pulso eléctrico. Pero fue un tercer nombre el que desató la gran ovación de la noche, y congeló el aire por segundos: Sandra Mihanovich.

En medio del decorado de luces que danzaban y el colorido avasallante de un cuerpo de baile imponente, Sandra emergió con su inconfundible túnica blanca. Su melena, suelta, enmarca el rostro sereno como si el tiempo se hubiera detenido solo para escucharla. A su lado, Lali, vibrante, con un vestido corto de flecos plateados que refractaba cada haz del escenario y botas negras, tomó el micrófono y el abrazo de la leyenda. La imagen parecía resumir décadas de música, empuje femenino y generosidad artística en una sola foto.

El momento extraordinario llegó con "Soy lo que soy". Arrancó suave, casi en susurro, Sandra, mientras detrás suyo los bailarines se deslizaban, preparando un giro escénico que desbordó la emoción colectiva. Cuando la canción subió, el público explotó. De pronto, sobre y bajo el escenario, la fiesta era total.

Al finalizar el tema, ambas cantantes unidas en un eterno abrazo, Sandra no dudó y dijo: "Lali es todo lo que está bien en la Argentina. Buenas noches, felicidades, Argentina". Un estadio entero aplaudió de pie. Unos segundos después, la propia Lali —aún con la mirada de niña impactada— agradeció entre lágrimas y confidencias: "íQué regalo! Sandra Mihanovich, Buenos Aires. Sandra, te amamos".

Reencuentro

Ni la complicidad ni la admiración son nuevas. El reencuentro entre ambas parece pertenecer a una saga de gestos y declaraciones que arrancan tiempo atrás.

En 2022, Sandra ya aseguraba: "Lali es una grosa, olvidate. Muy muy grosa y está perfecto lo que hace. Cada uno tiene su estilo, su personalidad y su manera".

La admiración creció en 2025: en diálogo con Infobae, la interprete de "Puerto Pollensa" confesó: "Admiro y respeto mucho a Lali, a Tini: me parecen súper laburantes. Todo ese despliegue en el escenario es extraordinario; imposible de lograr para mí una cosa semejante... Feliz de la vida aceptaría si me llaman para una colaboración. Mientras solo tenga que cantar, colaboro con quien quiera. Si no me hacen bailar, encantada".

Imégenes grabadas

Las imágenes que se llevará el público lo dicen todo: Sandra, etérea, en una túnica blanca de caída liviana, sandalias al tono que rozaban los monitores, armonizando con su cabello castaño claro, ojos brillantes. En uno de los momentos más emocionantes, la mano izquierda rodea los hombros de Lali en esa cercanía que transmite legado, aliento, respaldo.

La joven, por su parte, brilla en plateado: mini dress, hombros descubiertos, piel dorada bajo las luces y botas negras que se pierden entre movimientos coreográficos. El contraste es perfecto: lo clásico y lo actual, la experiencia y el desparpajo, la historia y el vértigo del presente, reunidos en una sola canción.

En Buenos Aires, esa noche hubo eternidad y hubo futuro. El abrazo, la música, la promesa viva de que las generaciones se encuentran. Y todo, ante la mirada emocionada de miles en Vélez Sarfield.

 

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