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Detrás de la huella del difunto padre Chifri, un sacerdote que hizo historia en la Quebrada del Toro poniendo sobre relieve la vida de las comunidades solitarias y distantes que habitan entre los cerros de Rosario Lerma, un grupo de becarios de la Fundación Alfarcito, también creada por el sacerdote para dar oportunidades de progreso, llegaron hasta la escuela de Ingeniero Maury, donde ellos estudiaron cuando eran pequeños, a desarrollar una creativa actividad con los alumnos. El programa de Becas Padre Chifri de la Fundación Alfarcito tiene como premisa evitar el desarraigo, y es por eso que una de las actividades prioritarias de los becarios debe ser “volver siempre al pago”.
Es así que los estudiantes Samuel Sosa, Lorena Gerón y Daiana Pintos, junto con la coordinadora del programa, Claudia Ramos, propusieron a la escuelita de altura una temática original e importante: “Cuidar nuestra sonrisa”, y para ello consiguieron la solidaria participación de la odontóloga Elsa Pastoriza.
“En esta oportunidad visitamos la escuela 4.490 Don Augusto Pablo Torino”. Ellos propusieron una temática que consiste en el cuidado de la dentadura de los niños y de los mayores, promoviendo la higiene bucal en los niños, y fortaleciendo hábitos saludables que perduren en el tiempo. Para eso nos sorprendieron con la presencia de la odontóloga Elsa Pastoriza, quien se sumó al proyecto y nos acompañó, con mucho material didáctico para enseñar a los alumnos la importancia de cuidar y mantener la dentadura sana y cómo hacerlo”, señaló Carlos Figueroa, vocero de la Fundación Alfarcito.
El programa de becas "Padre Chifri" birnda la posibilidad a los jóvenes de la Quebrada del Toro de continuar sus estudios terciarios. En la actualidad apoya a 24 jóvenes. Otros ya se graduaron.
Añadió: “La clase estuvo dirigida a 26 niños de nivel inicial y de primaria, todos participaron intensamente, prestando mucha atención y haciendo juegos donde aprendían cómo cuidar su dentadura. Se les explicó que no debían abusar de las golosinas y las gaseosas, en su lugar consumir frutas y beber agua. Terminadas las comidas, siempre debían lavarse los dientes. Se pasaron dos videos didácticos para poder interactuar con los niños y mostrarles cómo higienizarse y la importancia de hacerlo”.
Los becarios y la odontóloga observaron que el problema es la falta de hábitos y conocimientos sobre la higiene bucal, factores que incrementan el riesgo de caries y enfermedades de encías. Lo padecen principalmente los niños, quienes por la limitada disponibilidad de recursos y la escasa información, tienen menos acceso a controles odontológicos y a materiales de higiene dental.
“En las escuelas primarias de la Quebrada del Toro, la labor de las maestras es fundamental. Ellas enseñan normas sociales, hábitos de higiene y de cuidado de la salud. En este marco, los becarios brindaron información accesible y simple sobre la importancia del cuidado de los dientes y encías, enseñaron la técnica correcta de cepillado; los motivaron a incorporar el cepillado como parte de su rutina y les entregaron kits de higiene dental para asegurar la continuidad del cuidado en casa”, detalló Figueroa.