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Caso del alumno que se disfrazó de mujer violada: "El respeto por la dignidad humana no es negociable"

La opinión de Alejandro Castro Santander, director del Observatorio de la Convivencia Escolar (UCA).
Jueves, 16 de octubre de 2025 22:22
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Alejandro Castro Santander, director del Observatorio de la Convivencia Escolar (UCA) se expresó sobre el caso Bariloche, donde un estudiante se disfrazó de "mujer violada" y desató una ola de repudio. Remarcó la "necesidad de un reencuentro ético ante la banalización de la violencia". A continuación la opinión del especialista: 

El incidente protagonizado por un estudiante en su viaje de egresados en Bariloche, cuya elección de disfraz banalizó la tragedia de la violencia sexual, representa mucho más que una simple falta de respeto o un error adolescente, es síntoma de una profunda crisis en la formación de valores que incumbe a toda la sociedad. Esta acción, que ha generado una justificada e inmediata indignación social, se sitúa en las antípodas de lo que aun reconocemos como los valores básicos en los que se apoya la moral y la ética. El respeto irrestricto por la dignidad humana, especialmente ante el sufrimiento y la victimización, no es negociable. La parodia frente a un crimen tan atroz como la violación son indicativos de una peligrosa pérdida de sensibilidad moral y de empatía, pilares fundamentales de cualquier convivencia civilizada. Este tipo de actos obliga a las instituciones educativas y a las familias a reflexionar sobre las causas estructurales que permiten que la violencia de género y otras formas de sufrimiento sean percibidas como material para el chiste o la frivolidad. En este contexto, resulta imposible obviar una tendencia que venimos analizando y que nos permite señalar la significativa disminución en las últimas décadas del currículum de las humanidades, en particular la ética, la filosofía y la formación integral humana, a favor de áreas enfocadas primordialmente en la eficiencia práctica y la productividad, como la tecnológica, la economía o la gestión. Toda priorización curricular desequilibrada que privilegie lo instrumental sobre lo formativo, deja un vacío peligroso en la conciencia de las actuales generaciones y atenta directamente contra aquellos valores y principios que sostienen la convivencia humana, el respeto a la diversidad y los valores democráticos. No se trata solamente de acumular conocimiento técnico, sino de formar ciudadanos capaces de juicio moral, de pensamiento crítico y de respeto activo por la integridad del otro. Exhortamos a la comunidad educativa y a las autoridades a revalorizar e integrar las humanidades como herramienta indispensable para restaurar el tejido ético y prevenir que la escuela, lejos de ser un espacio de contención y formación en derechos y deberes humanos, termine reflejando y reproduciendo la indiferencia o el desprecio por la vida digna. 

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