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Con el Congreso prácticamente paralizado por el receso invernal, la oposición en la Cámara de Diputados apunta a convocar a una sesión especial para el 30 de agosto. Aunque la nota ya está redactada, los bloques opositores aún no tienen el quórum asegurado y dependen de una señal clara de los gobernadores para avanzar.
Unión por la Patria (UxP), el Frente de Izquierda y bloques de centro como Encuentro Federal, Democracia para Siempre y la Coalición Cívica (CC) acordaron coordinar esfuerzos para aprovechar una breve ventana antes de que la campaña electoral absorba por completo la agenda parlamentaria. En ese marco, apuntan a tratar dos proyectos con media sanción del Senado que cuentan con respaldo de los mandatarios provinciales: la redistribución de Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y el Impuesto al Combustible.
"La sesión es viable si los gobernadores quieren jugar. La nota está lista, solo falta que manden la lista de diputados que la firman", dijo un legislador. Sin embargo, los gobernadores dudan: inicialmente pidieron que la oposición consiguiera el quórum sin su participación, para no enfrentarse directamente con la Rosada. Desde la oposición dicen que las provincias deben involucrarse.
En paralelo, los gobernadores negocian con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos. Si no hay entendimiento, la decisión sería garantizar el número en plena feria legislativa. Si se concreta, la sesión sería un hecho inédito en vacaciones y mostraría la debilidad parlamentaria de LLA. La oposición quedaría además a un paso de aprobar leyes sensibles como la emergencia del Hospital Garrahan y el financiamiento universitario. Mientras tanto, Martín Menem intenta frenar el avance opositor demorando comisiones, aunque no puede bloquear la sesión. La tensión crece y el resultado podría marcar un nuevo revés para el Gobierno.