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Con una nueva manifestación frente al Congreso, los jubilados renovaron ayer sus reclamos ante la inminente decisión del presidente Javier Milei de vetar una ley que dispone un aumento de emergencia en las jubilaciones. La protesta, organizada como cada miércoles por agrupaciones previsionales, puso el foco en la crítica situación de los adultos mayores y en el "brutal ajuste económico" que, según denuncian, se traduce en miseria, desatención médica y represión.
El reclamo principal de los manifestantes es el aumento de la jubilación mínima a $1.250.000, una cifra acorde a los costos reales de vida para la tercera edad. Además, exigieron la restitución de medicamentos gratuitos, el restablecimiento de la movilidad jubilatoria y el fin del vaciamiento del PAMI.
"Luchamos por la situación que están padeciendo muchísimos jubilados que ya ni siquiera acceden a la medicación", dijo Ana María Tapia, integrante de la agrupación Jubilados Insurgentes.
La jornada se desarrolló en un clima de tensión, como viene ocurriendo desde hace meses atrás. Un operativo policial impidió que se bloquearan calles y derivó en incidentes con un saldo de siete detenidos y varios heridos. Como en movilizaciones anteriores, las fuerzas de seguridad utilizaron gas pimienta para dispersar a los manifestantes, en lo que muchos consideran una "represión sistemática".
"Siempre vamos a estar aquí por nosotros y por la lucha de todos los compañeros que salgan a la calle a protestar", sostuvo Rosario Sastre, jubilada de 67 años, que aún trabaja para poder sostenerse con una pensión mínima.
El veto, inminente
La ley en disputa, aprobada por el Congreso el 10 de julio con impulso opositor, contempla un aumento del 7,2% para las jubilaciones y eleva el bono de refuerzo (actualmente de $70 mil) a $110.000. Si se aplicara, los haberes mínimos llegarían a unos 441.200 pesos. Sin embargo, la cifra sigue lejos del monto estimado por la Defensoría de la Tercera Edad de la Ciudad de Buenos Aires que cifra que para cubrir la canasta básica de los adultos mayores se necesitan más de $1.200.000.
El presidente Milei ya adelantó que vetará la norma, con el argumento de que un incremento de las pensiones pondría en riesgo su política de equilibrio fiscal. La medida, de concretarse, devolverá la iniciativa al Congreso, que deberá definir si ratifica la ley o respalda la decisión presidencial.
"Esta semana o la próxima, Milei va a vetar el miserable aumento que aprobó el Congreso", advirtió Tapia. "Es un genocidio a los jubilados, los discapacitados y los trabajadores".
Aurora Cividino, de 75 años, también expresó su frustración: "Mis hijos me tienen que dar lo que el Gobierno me roba. Es obvio que Milei va a vetar la ley, pero espero que los diputados y senadores que la votaron ahora no se vendan".
Jubilaciones en la pobreza
Actualmente, en el país hay unos 7,4 millones de jubilados, que representan el 15,7 % de la población. De ellos, el 63,5 % percibe la jubilación mínima, que en julio fue de 309.000 pesos, cifra que se eleva a 379.000 con el bono, congelado desde marzo. Ese ingreso queda por debajo incluso de la línea de pobreza oficial, que en junio se ubicó en $365.177 para una persona con vivienda propia.
La situación se agrava si se considera el mayor gasto en salud que enfrentan los adultos mayores, que muchas veces deben cubrir de su bolsillo tratamientos o medicamentos que el PAMI ha dejado de garantizar. "Ya no es una jubilación, es una condena. La falta de acceso a lo esencial es una forma de violencia", expresó uno de los manifestantes.
Los jubilados también exigen el fin del desmantelamiento del sistema de salud pública y del desfinanciamiento de programas sociales que afectan de forma directa a los sectores más vulnerables. Aseguran que los efectos del ajuste ya no son abstractos: "se sienten en la heladera vacía, en los remedios que no llegan y en la represión que se repite".
Mientras el Gobierno defiende su política fiscal, los jubilados insisten en que no hay margen para más sacrificios. "Milei puede hablar de déficit cero, pero no puede hacerlo sobre los cuerpos de quienes trabajaron toda su vida", resumió Sastre.
Marcha por el Garrahan
Trabajadores del Hospital Garrahan realizarán hoy la "Caminata de las Velas" bajo la consigna "el Garrahan no se apaga". En la misma estarán presentes el personal médico y no médico de la institución, familiares de pacientes y artistas. El evento se cerrará con la lectura de una "carta a la comunidad" por parte de la actriz Cecilia Roth.
El encuentro será a partir de las 18, desde la intersección de las avenidas Callao y Corrientes hasta el Obelisco y la Asociación de Trabajadores y Técnicos (APyT) del Garrahan anunció que, con esta iniciativa, "se abre una nueva etapa de masividad y unidad en las calles en defensa del hospital".