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HUGO KRASNOBRODA [email protected]
El Gobierno busca aprobar sin cambios el Presupuesto, pero allí se incluyen $75 mil millones en subsidios.
El Gobierno avanza firme y sin pausa en su plan de ajuste. Por ahora los usuarios residenciales afectados serán principalmente los porteños, pero la medida llegará rápidamente a los barrios acomodados del interior del país. Si bien es cierto que la maraña de subsidios repartidos hasta ahora tenía que terminar en algún momento, la tardía decisión de eliminarlos dificulta aún más su compleja aplicación. Una de las patas centrales del modelo kirchnerista fue el enorme impulso al consumo popular, situación que se verá resentida tras las inminentes subas en las tarifas de los servicios públicos. Cada vez se hace más evidente que el Gobierno, atento al avance de la crisis internacional, decidió enfriar la economía y engrosar la caja del Estado para resguardarse. El problema es que tomó esa decisión cuando la inflación ya superaba el 25% anual, achicando claramente el bolsillo de los que menos tienen, casualmente el sector que se quiere proteger “personalizando” a los subsidios.