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Es el arzobispo de Santa Fe y fue elegido ayer como sucesor del cardenal Jorge Bergoglio al frente de la Conferencia Episcopal Argentina.
Está a punto de cumplir 45 años de trayectoria eclesiástica, en los que sobresalió por su perfil activo pero de pronunciamientos políticos moderados.
Arancedo, de 71 años, cuenta con la venia del Gobierno nacional y conoce a la presidenta Cristina Fernández a partir del viaje que compartieron al Vaticano, invitado para participar del recuerdo papal por la mediación de la Santa Sede en el conflicto con Chile por el canal de Beagle.
Primo hermano del expresidente Raúl Alfonsín, el Gobierno nacional cree que Arancedo seguiría la línea del papa Benedicto XVI, quien marca no inmiscuirse con el poder político, lo que caería bien para relanzar la tirante relación con la Iglesia forjada en los últimos años.De origen diocesano, es decir que estudió en el seminario de cada uno de los lugares donde lo designó el Papa, Arancedo sobresalió como arzobispo de Santa Fe adonde llegó unos días antes del comienzo de la peor inundación de la historia de la capital provincial, que anegó el lado oeste de la ciudad.
Un dato particular es que el arzobispo de Santa Fe tiene un perfil en la red social facebook, bajo el lema “Desde el
Evangelio”, donde postea comentarios sobre diferentes hechos. Mantiene buena relación con la prensa y publica periódicamente columnas de opinión en el diario más importante de la provincia. El pasado 5 de octubre, en uno de sus artículos, habló sobre la despenalización del aborto y dijo que “al tratar de comprender cuál es la razón última de quienes lo sostienen”, dijo “que se basan en un concepto del hombre y su libertad como algo absoluto, una suerte de un Dios creador que no tiene límites”.