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Hoy por la tarde el plantel albirrojo tiene previsto realizar un ensayo a puertas cerradas, en el predio de Belgrano de Córdoba, donde Martino seguramente definirá los once que pondrá en cancha el miércoles en Salta.
La apuesta del puntapié inicial del gran certamen continental en el Padre Martearena del pasado sábado, espera redoblarse para el próximo miércoles, día en que Paraguay y Venezuela animarán la gran definición del grupo B y de la cuál el aficionado salteño será testigo directo y privilegiado.
Tanto la gran masa de nativos futboleros de nuestra provincia, como la importante colectividad paraguaya en Salta y los que vendrán desde Córdoba y del vecino país, le aportarán una mejor fisonomía al mundialista de nuestra provincia para este gran choque, en el que la albirroja de Gerardo Martino se jugará nada menos que la clasificación a los cuartos de final, en definitiva, su futuro en la competencia.
Salta ya fue testigo preferencial de la primera clasificación de un seleccionado entre los mejores ocho con la clasificación de la Vinotinto, y ahora deberá hacerle el “aguante” a los guaraníes, tal fue el pedido del voraz goleador Nélson Haedo Valdez.
“La verdad es que nos emocionó ver a la gente alentar en el estadio de Córdoba (tras el empate con Brasil), pero esperamos que ese mismo apoyo se repita en Salta, porque va a ser una final para nosotros y necesitaremos del apoyo de nuestro público”, solicitó el futbolista. Los dirigidos por Martino esperan construir una auténtica fortaleza en la sede salteña y convertirse en locales en nuestra tierra, por lo que ya empezaron a preparar el terreno desde las declaraciones previas a este gran choque.
En tanto, el atacante de Newell's Old Boys, expresó: “Jugamos un buen partido ante Brasil y debimos habernos quedado con los tres puntos. Pero ya no podemos lamentarnos por lo que pudo haber sucedido y no pasó, aquel partido ya quedó atrás y ahora hay que ganarle como sea a Venezuela para pasar de ronda”, fue una lectura coincidente a la del otro atacante de la Albirroja.
El seleccionado paraguayo cumplió ayer por la mañana en Córdoba con un entrenamiento regenerativo, que fue antecedido de una extensa charla con todo el plantel tras el empate con los brasileños. No hubo ni reproches ni lavados de cabeza, más bien, la práctica fue distendida y los jugadores paraguayos encaran con gran optimismo la recta decisiva.
Lo cierto es que Paraguay pondrá algo más que los tres puntos en juego en el gran choque del miércoles en el estadio Martearena.
