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En medio de las repercusiones de la Copa América, la lenta normalización del expendio de combustibles y las partidas de vuelos desde Buenos Aires, a los salteños nos sacudió ayer una noticia absurda. Un hombre que se pasó la vida intentando sembrar algo de paz había sido asesinado con una violencia atroz. Facundo Cabral, cantautor, creador de canciones que acompañaron a más de una generación de argentinos, fue asesinado a balazos en la ciudad centroamericana de Guatemala (del país homónimo), por varios hombres que emboscaron el vehículo en el que se trasladaba. Ocurrió ayer a la madrugada y en el mundo no se habla de otra cosa.
Cabral (74) fue asesinado alrededor de las 5.20, hora guatemalteca, cuando se dirigía en una camioneta Land Rover blanca junto a su representante y el empresario nicaragense Henry Fariña, quien lo llevó al país a presentar sus conciertos.
Según difundieron medios de ese país, la camioneta había salido cinco minutos antes del hotel Tikal Futura, donde Cabral se hospedaba, y se dirigía en caravana con otros dos vehículos, entre los que viajaban los custodios de la víctima, hacia el aeropuerto La Aurora de esa ciudad.
Al llegar a la intersección del bulevar Liberación y la calle 14 de la capital guatemalteca, justo debajo de un puente y a pocos metros de una estación de bomberos, varios hombres bajaron de dos camionetas, emboscaron a Cabral y a sus acompañantes y comenzaron a dispararles con fusiles de asalto y armas cortas.
Según explicó el cónsul argentino en Guatemala, Enrique Vaca Narvaja, “en medio de la balacera regresaron a buscar protección a la estación de bomberos, pero ya era muy tarde”. En el ataque, en el que la camioneta en la que iba Cabral recibió entre 25 y 30 disparos, también resultó gravemente herido Fariña, quien parece haber sido el verdadero blanco de los agresores, de acuerdo con las primeras definiciones de las autoridades guatemaltecas.
Según manifestó el vocero de la Policía de Guatemala, Donald González, los investigadores encontraron abandonado en una carretera de las afueras de la ciudad un vehículo con un fusil y un chaleco antibalas. Presuntamente este sería uno de los dos autos utilizados por los agresores en el ataque.
En tanto, el presidente de Guatemala, Alvaro Colom, se comunicó ayer a la mañana con la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, a quien le expresó su consternación y le aseguró que se está investigando intensamente el caso.
Algunos medios especulan con que el atentado podría estar dentro de la serie de ataques cometidos en pleno proceso eleccionario de ese país, que tendrá comicios nacionales en septiembre de este año.
Colom expresó en declaraciones a Radio 10 que “se están revisando tomas de videos e interrogando a los sobrevivientes”, y aseguró que van a “encontrar a estos criminales para hacer justicia”.
¿El blanco equivocado?
El ministro de la Gobernación de Guatemala, Carlos Menocal, en conferencia de prensa, señaló ayer que, según las primeras evidencias examinadas, los disparos que acabaron con la vida de Facundo Cabral no estaban dirigidos a él, sino al empresario Henry Fariña, quien conducía el automóvil en el que iba el cantautor argentino.
La ubicación de los orificios de bala en el vidrio delantero del vehículo (en la ventana del conductor) indicarían que el verdadero blanco del ataque era Fariñas y no Cabral.
Crimen organizado
Carlos Menocal agregó que el ataque se perpetró desde tres vehículos: uno delante del vehículo de Fariña y Cabral, que aminoró la velocidad, y dos que se posicionaron a la derecha y la izquierda. Fariña conducía el automóvil y Cabral -como era su costumbre- viajaba como acompañante, adelante.
“No fueron sicarios de calle, es un operativo bien montado del crimen organizado”, indicó también el presidente Alvaro Colom.
Ante el atentado, Fariña resultó gravemente herido. Actualmente se encuentra hospitalizado bajo fuertes medidas de seguridad.
“Sabemos que Facundo Cabral iba a abordar el bus del hotel donde se hospedaba, para ir al aeropuerto, pero anoche (por el viernes) se encontró con el señor Fariña y él le ofreció llevarlo”, explicó el ministro. Según Menocal, la muerte de Cabral fue “fortuita”.
Guatemala, de duelo
Por otro lado, el Gobierno guatemalteco declaró tres días de duelo tras la trágica muerte del intérprete de “No soy de aquí ni soy de allá”.
“Más que un artista, era una persona comprometida con Guatemala, a la que conocía muy bien, y un mensajero de la paz”, señaló también el presidente guatemalteco.