inicia sesión o regístrate.
Con el anuncio de ayer, el gobierno de Raúl Castro termina el año 2012 con una reforma crucial para los ciudadanos cubanos. Es que desde que asumió definitivamente la Presidencia de Cuba en febrero de 2008, ha puesto en marcha diferentes planes de ajustes y reformas, eliminando prohibiciones que estuvieron vigentes durante décadas.
Primero levantó la prohibición que impedía a los cubanos alojarse en los hoteles para turistas y entregó tierras ociosas en usufructo, para dinamizar la agricultura y reducir las importaciones. Luego liberó la venta libre de electrodomésticos, ordenadores y teléfonos móviles.
Y más tarde reformó la Ley de Seguridad Social, elevó la edad de jubilación a 60 años para mujeres y 65 años para hombres, eliminó el tope salarial y autorizó el pluriempleo. después permitió a la población acceder a Internet.
En agosto de 2010, Raúl Castro anunció la reducción de los empleos públicos y la ampliación del cuentapropismo. Más tarde ese mismo año entró en vigor la reforma laboral que puso fin al igualitarismo salarial.
Ya el año pasado comenzó la reducción de puestos de trabajo estatales, que preveía suprimir 500.000 en seis meses, pero esa reforma se vio retrasada hasta ahora.
En abril de 2011 aprobó un plan de reformas económicas y sociales y a finales de ese año se adoptaron entre otras medidas la legalización de la compra venta de coches y de viviendas entre particulares.
Además, se autorizó el crédito bancario al sector privado para dinamizar el trabajo autónomo, la producción agropecuaria y la refacción de viviendas.
Así, el gobierno de la isla parece decididamente encaminado a crear una verdadera economía de mercado, pero siempre bajo el signo de la “revolución”. Esto debe entenderse como “bajo la estricta supervisión del Estado”.
En realidad, Castro está dando muestras de una fortaleza nunca antes vista, sino en los primeros años de la revolución. La medida anunciada ayer significa confianza en que “su” gente querrá volver.