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“Asumimos con la idea de reforzar el compromiso institucional de mantener la apertura social de nuestra institución, de reforzar los proyectos que están iniciados como la construcción de la nueva sede, y de propugnar la independencia de los poderes”, aseguró ayer Eduardo Jesús Romani, tras retomar la conducción del Colegio de Abogados y Procuradores de Salta.
En el acto de asunción, reiteró, además, la preocupación del Colegio por “la independencia del Poder Judicial respecto del resto de los otros poderes del Estado”.
Días atrás el Colegio emitió un contundente pronunciamiento en el que cuestionó el proceso de designación de los fiscales penales.
Ayer, Romani volvió a remarcar la necesidad de que “el Poder Ejecutivo tenga su mandato, incidencia y trabajo, el Legislativo el suyo, y se mantenga la independencia, dentro del Poder Judicial, de los jueces y del Ministerio Público, porque lo que ha sucedido con los fiscales va más allá de los nombres”.
En este nuevo mandato, insistió, “ante cualquier atropello o cuestión que vaya contra los intereses del foro jurídico salteño y de la independencia de poderes, el Colegio lo va a exponer públicamente”.
Durante la asunción que se llevó a cabo en el edificio de Sarmiento al 300, Romani destacó como un logro de los últimos años “la unidad dentro de la abogacía salteña en cuanto a que hoy existe una línea institucional en el Colegio que se trasladó a la Caja de Seguridad Social”. Entendió que ese proceso implica una “mayor apertura de la institución hacia la sociedad y a los matriculados”.