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Las secretarías de seguridad de cada uno de los estados de Brasil aportaron los datos para llegar a esta escalofriante estadística. San Pablo, el distrito comercial más importante del país, encabeza la lista de agentes asesinados, con 98 víctimas. Los datos revelan que un policía fue asesinado cada 32 horas desde enero, pero la cifra puede ser mayor dado que las estadísticas de Río de Janeiro son poco precisas.
Lo alarmante, según consigna el diario local Folha de Sao Paulo, es que 83 de estas agentes no cayeron en enfrentamientos sino que fueron ejecutadas cuando estaban fuera de servicio por presuntos miembros del Primer Comando de la Capital (PCC), un grupo que cuenta con su propia red de inteligencia y ha declarado una virtual “guerra” contra la policía.
Este estado cuenta con el 31% de los policías de todo Brasil, pero representa el 43% de los asesinatos perpetrados desde enero debido a esta ofensiva lanzada por los comandos del PCC.
El PCC es el grupo criminal más importante de San Pablo y uno de los mayores de Brasil. En 2006 demostró su organización y poder de fuego al perpetrar decenas de ataques simultáneos contra bases policiales, ejecutó policías de civil e incendió ómnibus causando el caos en Sao Paulo, con un saldo de cerca de 600 muertos en pocos días.
La organización delictiva nació en los penales paulistas y organizó una serie de ocupaciones simultáneas de cárceles. Allí, manejan la venta de drogas y organizan millonarios golpes.
El PCC posee su propio estatuto, el llamado Estatuto del PCC, donde están las prescripciones y la razón de ser de esta organización.
La organización también es conocida por 15.3.3 porque la letra “P” ocupa el 15§ lugar en el alfabeto portugués (excluyendo la letra K) y la letra “C” es la tercera en dicho alfabeto. Fue fundado en 31 de agosto de 1993 por ocho presos en el anexo de la Casa de Custodia de Taubaté, llamada del “PiranhÆo”, en la altura la prisión más segura del Estado de Sao Paulo.