Los inspectores de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán clausuraron varios boliches de la zona de Abasto, mientras en señal de protesta contra las medidas que consideraron “injustas” los dueños de los locales quemaron neumáticos en las calles.
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Los inspectores de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán clausuraron varios boliches de la zona de Abasto, mientras en señal de protesta contra las medidas que consideraron “injustas” los dueños de los locales quemaron neumáticos en las calles.
Los cierres preventivos de los locales fueron dispuestos en la madrugada de ayer por inspectores comunales y de la Dirección de Producción y Saneamiento de la Municipalidad (Dipsa), mientras Defensa Civil y Tránsito montaron un operativo de control en la zona.
Ante ello, los dueños de los locales clausurados, empleados y jóvenes que asistían a los boliches protestaron con una quema de cubiertas en la calle.
Los empresarios dijeron que la Municipalidad ordenó las clausuras bajo el argumento de incumplimiento de las normas de salubridad, condiciones edilicias y otros requisitos.
Los perjudicados
Sin embargo, algunos propietarios consideraron la medida como “injusta” porque tenían en orden sus negocios.
Uno de ellos, Javier Alderete, dueño del boliche Toscano, aseguró que en su local tienen las habilitaciones correspondientes. Y han cumplido con las reformas que les pedían los inspectores, por ello no entienden el porqué de la clausura.
El comerciante contó que a los locales les llegó el miércoles una notificación de que debían apersonarse en la Dipsa para acordar una inspección.
En su caso, relató que le pidieron que debía hacer doble puerta, un conducto de acústica y mejoras en la cocina.
“Pedí 20 días de plazo, pero no quisieron. Así que lo hice en dos días. Vinieron a verificar y dijeron que estaba bien. A los demás boliches les pasó algo parecido y la mayoría estaba en condiciones. Pero hoy vinieron de nuevo y comunicaron que ninguno podía abrir”, acotó.
El propietario del local Juano afirmó que los inspectores fueron a clausurar por orden del intendente, Domingo Amaya. “Eso nos dijeron. Pero no nos dejaron ninguna notificación”, añadió.
Por su parte, el dueño del boliche Paparazzi dijo que la delegación municipal llegó a las 23.30, tras lo cual “toda la gente y los empleados quemanos cubiertas”.