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El presidente Hu Jintao dimitió ayer como jefe del gobernante Partido Comunista de China para allanar el camino al vicepresidente Xi Jinping a fin de que éste asuma las riendas del gobierno. Sería apenas la segunda transferencia ordenada del poder en 63 años de sistema.
En una ruptura con la tradición, Hu podría ceder también su puesto como jefe de la comisión que supervisa las fuerzas militares, como dijo un general ayer. Ello daría a Xi un margen más amplio para consolidar su autoridad.
Hu y otros líderes, la mayoría de 70 años, entregarán el poder a Xi y a varios colegas de menos de 60 años en los próximos meses. Los nuevos líderes enfrentarán varios desafíos, incluido un crecimiento más lento de la segunda economía mundial, un creciente descontento entre ciudadanos cada vez más críticos y una situación delicada en las relaciones con los vecinos.
En cumplimiento de los planes, Hu no fue reelegido miembro del Comité Central del Partido Comunista, en el último día del crucial encuentro. Ello dejó claro que Hu no forma parte ya del liderazgo político.
Los delegados dijeron que hubo una ovación cuando los resultados de la votación secreta mostraron que Xi fue elegido de manera unánime como integrante del comité, un paso hacia su nombramiento como jefe de la instancia cúspide del poder en el país, el Comité Permanente del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China.
Designado desde hace cinco años como el sucesor, Xi asumirá hoy el cargo de secretario general del Partido y en el primer trimestre de 2013 el de presidente.
Li Keqiang, designado como el próximo primer ministro, fue elegido también como uno de los 205 miembros del Comité Central.
“Estuvimos muy contentos y toda la asamblea respondió con un caluroso aplauso”, dijo el delegado Si Zefu, presidente de la empresa Dongfant Electric Corp, con sede en la ciudad central de Chengdu.
En el pasado, los líderes salientes, incluido el ex presidente Yang Zemin, han retenido el puesto militar durante un período de transición, con el fin de prolongar su influencia en el poder. Cuando un grupo de reporteros de Hong Kong le preguntó si Hu conservaría la presidencia de la comisión militar, Zhang Qinsheng, subjefe del estado mayor del Ejército de Liberación del Pueblo, dijo que el liderazgo central “no dispuso eso”.
Yang recibió ayuda para levantarse cuando lo hicieron los demás del Congreso a fin de escuchar el Himno de la Internacional Socialista. Después, Yang volteó hacia donde estaba Hu y le estrechó la mano, antes de abandonar el recinto. Luego, Hu recogió algunos papeles, se despidió de la gente y abandonó el estrado.