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El pino que dio sombra al general San Martín podría desaparecer

Lunes, 26 de noviembre de 2012 17:39
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 El histórico Pino de San Lorenzo, a cuya sombra el general José de San Martín redactó el parte de guerra de la épica batalla, corre riesgo de desaparecer luego de que un temporal de viento y piedra que azotó el sur de Santa Fe afectó su masa verde y la circulación de la savia.
El inexorable paso del tiempo y los sucesivos embates de la naturaleza le han provocado severos deterioros a la histórica conífera, que se calcula tiene más de 220 años. El 30 de enero de 1946 el Poder Ejecutivo Nacional lo declaró Arbol Histórico.
Bajo su frondosa sombra el general San Martín descansó y redactó el parte de guerra de la Batalla de San Lorenzo el 3 de febrero de 1813.
Si bien no hay una fecha precisa, el pino (pinus pinea) o pino piñonero, habría sido plantado por la orden religiosa de los franciscanos en 1790.
A lo largo de sus más de 220 años el árbol soportó todo tipo de contingencias vinculadas con la acción de la naturaleza, pero puntualmente los temporales de viento y lluvias, con caída de granizo y piedras de los últimos años son los que minaron su añosa estructura.
La fuerte tormenta del 23 de octubre que azotó la localidad de San Lorenzo -con caída de abundante piedra-, despojó gran parte de su masa verde, y además afectó la circulación de su savia.
En consecuencia, salvo un milagro de la naturaleza o el resultado de alguna técnica de recuperación, las ramas y gajos del pino se irán secando y así desaparecerá el árbol que fue testigo de la épica batalla libertadora.
“El pino gozaba de muy buena salud, pero la última pedrada que cayó en octubre último arrasó con todo el circuito histórico, que conforman el Museo de Arboles Históricos y el Museo Sanmartiniano“, comentó a Télam Aníbal Fernández, director del Complejo Museológico y cuidador del Pino Histórico, en la localidad de San Lorenzo.
ernández, técnico agrónomo, era un adolescente cuando quedó al cuidado del árbol en 1978. “El pino es como mi padre y estoy preocupado por su salud“, dice Fernández y se emociona cuando explica que la conífera está ôen grave riesgo de vida“. Es que en términos médicos, la planta se encuentra en sala de terapia intensiva.
“Además de la pedrada hubo un gran tornado en octubre último y nos tumbó todo. La piedra despojó al pino histórico de la mitad de su copa verde, y fue como un abrasivo para sus gajos y ramas. Eso afectó severamente la circulación de la savia“, indicó Fernández.
Y agregó: “es como el miembro o el órgano de una persona que hace necrosis. Cuando no le llega la sangre, entonces hay que amputar. Acá en la planta es igual y sobre todo en las coníferas. Cuando un gajo se seca no se recupera más. Por eso es que los pinos, cedros y cipreses no se los puede podar“, amplió Fernández.
Expresó que desde el municipio de San Lorenzo se tomaron todas las previsiones para preservar al Pino, “pero no es mucho lo que se puede hacer, no hay un reconstituyente para el tejido de la planta cuando la circulación de la savia se ve afectada“, lamentó.
“Ahora vamos a esperar, para ver si el pino mantiene lo poco que queda de su masa verde, y ahí sí, entonces actuaríamos para fortalecerla“, contó Fernández, quien dijo que el ingeniero Eduardo Pires del Departamento de Biología y Agricultura de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), ôestá colaborando con nosotros en la preservación del árbol“.
Al respecto dijo que en forma inminente ôvamos a hacer un nuevo monitoreo de la situación, un análisis fotográfico diario para ver cómo avanza la afección en la poca masa verde que quedó en la parte superior del pino“.
El técnico agrónomo expresó que ôla gente tiene que entender que el Pino estaba gozando de buena salud, pero la propia naturaleza fue minando de a poco su corteza, gajos y ramas. Le íbamos a hacer un injerto puente y hace poco le combatimos un foco de polilla, pero siempre se le brindó cuidado durante los últimos 40 años. Es una pena lo de este pino, justo ahora cuando acabamos de celebrar el Bicentenario de la Patria“, lamentó.
Según datos históricos recopilados por Télam, el pino ya tuvo un episodio casi terminal en 1955. Ante esa situación, el Gobierno Nacional de aquel entonces le encomendó al científico japonés Miyamoto Katsusaburo, precursor del arte del bonsái en la Argentina, que recuperara el histórico árbol.
El pino luego fue salvado gracias a una fórmula inventada por Katsusaburo, basada en una hormona vegetal llamada auxina, de la que hasta la fecha, se desconoce cómo fue preparada.

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