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El día 14 de diciembre el club Cachorro participó del torneo de fútbol infantil, organizado en Tarija, Bolivia. La organización fue más o menos correcta, ya que es casi imposible jugar partidos con pocas horas de descanso y un partido después de otro, teniendo en cuenta que las temperaturas fueron superiores a 36 grados. Fue casi imposible que los niños disfruten de algún partido. El maltrato se produjo con los niños argentinos por parte de los árbitros bolivianos, que maltrataban con las palabras a los niños y hacían gestos obscenos a las madres que fueron de hinchada. El comercio tarijeño dejó mucho que desear, ya que en reiteradas oportunidades trataron de estafar y en algunos casos lo lograron, al dar mal el cambio y cobrar de más lo comprado. Una lástima que haya ocurrido esto, ya que demuestra el poco respeto que tienen algunos hermanos bolivianos por los niños argentinos. Una lástima y una pena lo vivido. Espero que con esta nota se replanteé la atención hacia los argentinos en el país hermano. Voy a reflejar mi fastidio con el presidente Evo Morales, ya que un pueblo sin agua potable y sin trabajo es el puro reflejo de su gobierno. Pero no somos los argentinos culpables de lo que ustedes eligen y avalan.
Ricardo Gallego
Ciudad