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Los números son parte de nuestra vida cotidiana, y medir las cosas es una de las actividades humanas que se realizan desde hace miles de años. Medía el arquitecto egipcio que diseñó las pirámides, medía y hacía cuentas el mercader de Venecia, el recaudador de impuestos del medioevo y así a lo largo de la historia hasta nuestros días.
Hoy finalizando el 2012, medimos y hacemos cuentas más que nunca. Aunque seamos periodistas y no contadores o ingenieros.
Los periodistas que abrazamos el mundo en línea y trabajamos en la plataforma digital de El Tribuno, informamos de una manera distinta que nuestros colegas del siglo XX. Utilizamos otras herramientas, pero fundamentalmente lo hacemos en tiempo real.
Por esa poderosa razón, un mismo lector visita la página varias veces al día: sabe que encontrará información actualizada sobre los temas que sigue, y también información nueva, al instante.
Interacción
Y cuando nuestros lectores visitan nuestra página web dejan en nuestros servidores valiosos datos que pueden medirse, compararse, analizarse y hasta proyectarse. Nos sirven para mejorar día a día, para saber qué gusta y qué no. Así surge toda una especialidad del momento en internet: la analítica web.
Gracias a poderosas herramientas - Google Analytics, nuestra preferida - podemos saber con certeza cuántos, desde dónde, siguiendo qué camino y con qué frecuencia nuestros lectores llegan a nosotros.
Toda esta información se transforma en métricas, gráficas y seguimiento en tiempo real.
¿Para qué sirve todo esto?
La pregunta que surge del planteo principal es ¿para qué sirve todo esto? Y la respuesta no se hace esperar. En primer lugar para saber qué buscan y prefieren nuestros lectores, pero también para determinar tendencias y, acompañados por las redes sociales, Twitter y Facebook, buscar esa interacción con el lector que enriquece y transforma el proceso informativo.
Son nuevos desafíos y día a día nos sorprendemos cuando medimos y revisamos nuestras cifras de tráfico.
Fue un año lleno de picos y fluctuaciones. Nuestros servidores se estremecieron varias veces en ese período acompañando casos emblemáticos que conmovieron nuestra realidad provinciana. La triste suerte de Yanina y Luján, las torturas en una comisaría de General Güemes y el terrible temporal de viento y fuego que azotó nuestra capital y el Valle de Lerma dejaron su huella en nuestra página web.
La historia de los registros que dejaron a su paso nuestros lectores y su participación en las redes sociales, serán parte de la historia que vamos a contar en estas páginas.