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La fecha se recordará con una ceremonia religiosa en la plaza Martín Fierro por iniciativa de vecinos de la zona, que estuvo entre las más afectadas.
“La gente todavía tiene temor de que se repita el sismo. El acto servirá para tener presente el difícil momento que vivieron, sobre todo, las familias que habitan en los cerros”, señaló Carlos Sosa, diputado provincial por Rosario de Lerma con mandato recientemente cumplido.
“Los pobladores de la Quebrada del Toro siguen siendo castigados. Es un lugar difícil. Todos los veranos es noticia el desborde del río que afecta a los que se instalan cerca del lecho para cultivar y criar animales”, señaló Sosa.
El exdiputado también destacó que, al temblor y las contingencias climáticas en la zona, se sumó en 2011 la muerte de Sigfrido Maximiliano Moroder, sacerdote que encaró una reconocida obra solidaria en El Alfacrito.
“Fue un año difícil por el fallecimiento del padre Chifri, que siempre estaba atento a las necesidades de la gente”, señaló Carlos Sosa a El Tribuno.
El 27 de febrero de 2010 se registró un temblor de 6,1 grados en la escala de Richter. En la Quebrada del Toro quedaron totalmente destruidas 57 casas.