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Laurent Schwebel, un fotógrafo naturalista de 52 años, fue asesinado ayer en Buenos Aires por un delincuente que lo sorprendió cuando tomaba imágenes del Monumento a los Caídos en la Guerra de Malvinas. Su caso se suma a los terribles crímenes de Houria Moumni (23) y Cassandre Bouvier (29), cometidos el 15 de julio pasado en Salta, por lo que ascienden a tres los ciudadanos galos que murieron en hechos violentos en el último año en la Argentina.
El fotógrafo falleció luego de ser apuñalado durante un robo en plena plaza San Martín, en el barrio de Retiro. Allí la víctima, alrededor de las 8, capturaba con su cámara distintas tomas del Monumento a los Caídos en la Guerra de Malvinas cuando fue sorprendido por un delincuente.
Luego de un forcejeo, el ciudadano francés y el malviviente cayeron al piso, donde finalmente el agresor sacó un elemento cortante y lo hirió en la zona del pecho, según la primera información que brindó la Policía. “El hombre caminó algunos metros y luego se desplomó, murió después de balbucear algunas cosas en francés”, relató uno de los testigos del hecho, en declaraciones televisivas. La víctima se desempeñaba como director de un proyecto con el Departamento de Medio Ambiente de Haut-Rhin y se encontraba en la Argentina en “calidad de turista”, informaron fuentes de la embajada gala.
Según supo este sitio, Schwebel vacacionaba junto a otros dos hombres en la Argentina, con quienes se alojó en un hotel céntrico. Sin embargo, el fotógrafo estaba solo porque sus compañeros ya habían emprendido el regreso a Francia.
En el perfil que Schwebel tiene en internet destaca su pasión por el buceo, la naturaleza, la vida silvestre y la fotografía, que lo llevaron a recorrer buena parte del mundo y a conocer lugares como Groenlandia, el norte de Canadá y Kamchatka, entre otros.
Este crimen refrescó la memoria de los argentinos de la violación y tortura seguida de muerte de dos turistas francesas en la quebrada de San Lorenzo, Salta, cuyos cuerpos aparecieron el 29 de julio del año pasado.
Este nuevo hecho, que también tuvo amplia difusión internacional, hace ascender a tres el número de turistas galos asesinados en menos de un año en Argentina.