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El clima en El Cairo es sumamente complejo y está atravesado por las diversas corrientes políticas que aspiran alcanzar el poder en Egipto.
Pese a este avance, tras la muerte de Mubarak la convulsa transición egipcia vivió ayer un nuevo revés con la decisión del Parlamento de suspender sus sesiones hasta el próximo 6 de mayo, con el fin de presionar al gobierno de Kamal Ganzuri para que renuncie.
Este hecho, sin duda, también significó un fuerte avance de sectores identificados con el fallecido líder egipcio.
Sin embargo, hoy dichos sectores no cuentan con referentes ni dirigentes capaces de ocupar los lugares vacíos.
En este marco, el presidente de la Cámara Baja, el islamista Saad Katatni, aseguró ante los diputados que el Ejecutivo “supone una carga para el pueblo egipcio y causa problemas diarios”, por lo que exigió a la Junta Militar, máxima autoridad del país, para que fuerce su dimisión.