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La brecha entre el dólar oficial y el paralelo presiona a los precios

Sabado, 07 de abril de 2012 22:31
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Hace poco la presidenta del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, aseveró que “la política para morigerar la salida de divisas dio buen resultado” y destacó que desde octubre del año pasado “se desaceleró con fuerza la compra de dólares con razones de atesoramiento”. Pero esta solución, que más que nada parece un cepo cambiario, a la medida de Guillermo Moreno, trajo otros problemas, aunque el Gobierno se niega a aceptarlo. “La ampliación de la brecha entre el tipo de cambio oficial y los paralelos, aunque intenten desdeñarla, los condiciona porque esos valores se trasladan a la estructura local de precios”, explicó un operador, en referencia a los $4,90 que se pagan por acceder al dólar en “negro” y los $5,35 (nuevo récord) en que se llegaron a convalidar en el último día hábil las operaciones por cada dólar puesto en el exterior, conocido en el mercado como “contado con liqui”. En estas operaciones compran títulos y acciones que también cotizan en el exterior para poder venderlos afuera. En las últimas décadas, cada vez que se apuntó al dólar, sea a través de esquemas, sistemas o controles, en vez de debilitarse, salió fortalecido. Bastaría con recordar aquella frase del exministro de la dictadura, Lorenzo Sigaut: “El que apuesta al dólar pierde”, días antes de instrumentar una gran devaluación.
Hoy, el escenario es otro, pero sin embargo muchos economistas, anticipan que las expectativas que genera la brecha de precio con el dólar oficial, que oscila entre el 12% y el 18%, es al menos preocupante.
Entre el dólar oficial, el “dólar blue” y “el dólar contado con liqui”, se roban el protagonismo de un mercado altamente sensible y también especulativo, pero más que nada alimenta las expectativas inflacionarias. En ese sentido existe un temor de que el dólar “blue” se utilice para establecer precios de productos importados. Es decir, las empresas consiguen un permiso para la compra de dólares en el mercado oficial y después pueden ajustar sus precios de venta al nivel que hoy tiene en el mercado negro, que está al margen de los registros y muy restringido. También puede utilizarse en el segmento de las operaciones con inmuebles, productos informáticos, electrodomésticos y respuestos de automóviles.
En el otro extremo del mercado cambiario, en el último día hábil de la semana, el valor que alcanzó el billete en el segmento minorista llegó a los $4,40 (solo se compra con la autorización de la AFIP), un importe que vino aumentando de centavo en centavo. En ese ritmo el valor de la divisa ya llegó al nivel que fijó el Gobierno, cuando estableció las metas para el presupuesto de todo el 2012. Esto lisa y llanamente significa una devaluación del peso respecto al dólar del 6,54%. La estrategia que lleva el organismo monetario empezó a estar condicionada por las propias restricciones impuestas. En primer lugar porque los controles estimularon el surgimiento de un mercado paralelo y la intención de frenar la “fuga” de divisas empezó a incentivar la especulación de aquellos que arbitran monedas mediante la compraventa de acciones o bonos en la plaza local, para luego venderlos en el exterior.

Cómo evitar el “corralito” de la AFIP

El director del Inversor Global, Federico Tessore, señaló que la inflación argentina, que supera el 25% anual, destruye el poder adquisitivo de los pesos que la gente guarda en sus bolsillos. Pese a la cuasi suspensión de la compra de dólares, existen otras alternativas de inversión para proteger el poder de compra de nuestro dinero. La peor alternativa que puede implementar un inversor es quedarse con pesos en el bolsillo. Con la inflación actual, superando el 25% anual, mis pesos perderán -todos los años- un 25% de poder de compra.
Existen otras alternativas para comprar dólares y transferirlos legalmente al exterior evitando el “corralito” de la AFIP.
Tal como publicó el diario El Cronista Comercial: el dólar para fugar capitales, conocido en la jerga financiera como “contado con liquidación”, saltó a $5,35 y marcó un nuevo máximo histórico. Este movimiento hizo que el denominado “blue”, esto es el dólar que se consigue en las “cuevas” sin presentar ningún tipo de documentación, subiera a $4,95 (aunque después bajó a $4,90). Las restricciones a la compra de dólares en los mercados minorista y mayorista oficiales explican la suba de la divisa en los mercados paralelos, a la vez que permiten al Banco Central engrosar las reservas internacionales. Para el Gobierno, esta problemática aún no es tan compleja. Por un lado, no está interviniendo la ANSeS vendiendo bonos en dólares contra pesos para bajar la cotización del liqui. Tampoco está en carpeta que lancen medidas más restrictivas, como aumentar los plazos de permanencia de los bonos más allá de las 72 horas.
Según cálculos oficiales, el contado con liquidación mueve US$ 20 millones por día, a razón de
US$ 500 millones por mes. Ese caudal, sustancialmente inferior a lo que sucede en el mercado formal, hace que el Gobierno no se desvele por esta cotización. Cualquier inversor argentino puede implementar este sistema para comprar dólares y transferirlos al exterior. Solo necesita tener una cuenta abierta en una sociedad de Bolsa local, la misma que le puede permitir comprar las acciones de empresas argentinas mencionadas anteriormente. Por supuesto que esto tiene un costo. Este es un 20% más que el precio del dólar oficial, como bien describe la nota, pero para aquellos que creen que la devaluación será mayor a este porcentaje, es un precio que vale la pena pagar.
 

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