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Walter Bustos y Cristina Astorga denunciaron a la gerente de la inmobiliaria Brindser, ubicada en la avenida Reyes Católicos 1330, Mirta Bravo, por haberlos estafado en la suma de $115.000, que le pagaron por la adquisición de una vivienda en el barrio San Francisco en febrero de 2010.
Ambos, en diálogo con El Tribuno, explicaron la terrible situación que están viviendo desde hace dos años: “Somos comerciantes y teníamos nuestra casa en La Silleta, queríamos venir a la ciudad y por un aviso clasificado llegamos hasta la inmobiliaria Brindser, donde Bravo nos ofreció una casa y pagamos un adelanto de $115.000, en efectivo. Nos dijo que tenía un poder del dueño, Máximo Uva, oriundo de Buenos Aires, para venderla, y nos mostró el mismo. Pagamos y supuestamente en 15 días nos entregaban las llaves”.
“Pasado un mes -continuó-, al no tener noticias fuimos a la casa y nos dimos con que vivía una familia que la había comprado el mismo día que nosotros. Desesperados hablamos con Bravo y ella nos dijo que eran "okupas'. Nos citó en la estación de servicio "Servisur', donde llegó con un cerrajero. Pretendía entrar por la fuerza en la vivienda, cosa que no hicimos. De ahí se borró, no nos atiende el teléfono y no nos quiere devolver la plata. Comenzamos a averiguar y dimos con el verdadero dueño de la casa, el cual no sabía que tenía esa propiedad y vino con su abogada desde Buenos Aires, pero aún así la causa se encuentra estancada en el Juzgado de Instrucción Formal 5”.
El Tribuno intentó dialogar con la actual ocupante de la vivienda por la que la familia Bustos pagó. La mujer se mostró muy violenta y nerviosa. De muy mala manera aseguró que todo estaba solucionado y que ella tenía la escritura de la vivienda a su nombre, así como también expresó que está cansada con toda la situación. Lo llamativo es que nunca quiso responderle a este matutino quién le vendió la propiedad.