inicia sesión o regístrate.
El pasado 22 de mayo, junto a mis hijos (odontólogo y asistente social), fuimos convocados a colaborar en la localidad de La Merced, en Santa Victoria Este. Transportábamos casi 800 kg de ropa, medicinas, leche etc. para prestar asistencia a los pobladores de esos parajes. Al llegar a Tartagal, personal de Gendarmería nos informó que el acceso a la ruta 54 estaba intransitable y que debíamos ir hasta el destacamento de Vialidad para que nos informaran sobre el estado de la ruta. Pasando Campo Duran, el personal y el jefe o responsable de Vialidad nos informaron que no habría inconvenientes para transitar en camioneta.
Luego de atravesar unos 40 km de barro, observamos a cientos de turistas y colaboradores solidarios varados, con mujeres y niños totalmente desprotegidos de las inclemencias climáticas e imposibilitados de transitar por esta vergonzosa ruta salteña, donde ni señal de celular existe. Antes de llegar a la “Curva de Juan”, nuestro vehículo quedó encallado. Después de 8 horas, pudimos salir gracias a la ayuda de 2 colectivos que venían de La Merced. Finalmente regresamos a Tartagal.
Le pregunto al director de Vialidad o autoridad competente, ¿cómo es posible que a esta altura de los acontecimientos estos hermanos salteños sigan totalmente incomunicados? ¿Cómo puede ser que no cuenten con empleados de Vialidad eficientes, que informen y sean solidarios en esa zona? ¿Cómo es posible que no haya máquinas y señales? Finalmente nos vimos imposibilitados de cumplir con nuestro objetivo. Las autoridades ¿cómo no previeron hacer algo? ¿Habrá desidia, impunidad o corrupción?
Luis Eduardo Caballero
Ciudad