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Mubarak, ex hombre fuerte de Egipto, al borde de la muerte

Lunes, 11 de junio de 2012 20:55
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A poco más de un año de la revuelta popular que lo derrocó, el expresidente egipcio Hosni Mubarak, de 84 años, está al borde de la muerte. La reciente condena a prisión perpetua, dictada el pasado 2 de junio, no ha hecho más que empeorar su estado de salud y una fuente penitenciaria afirmó que sufrió dos paros cardíacos y está en coma, lo cual no ha sido confirmado oficialmente.

“El corazón (de Mubarak) se paró dos veces. Los médicos tuvieron que recurrir a un desfibrilador”, indicó una fuente médica de la prisión de Tora, al sur de El Cairo.

“A veces está consciente, otras inconsciente y se niega a alimentarse”, añadió la fuente que pidió el anonimato, dando a entender que su salud se deterioró bruscamente.

Anteriormente, un responsable del Ministerio del Interior había afirmado que el estado de salud de Mubarak era “crítico pero estable”.

Las autoridades egipcias indicaron también que estudiaban la posibilidad de trasladar al expresidente a un hospital de la capital.

La salud del exmandatario se deterioró cuando llegó al establecimiento carcelario, donde fue instalado en una sección bajo control médico. Fuentes de la seguridad afirman que padece una depresión aguda, dificultades respiratorias e hipertensión y que se niega a comer y beber.

Su familia pidió su traslado a un hospital, pero las autoridades hicieron saber que aún no habían tomado una decisión y que Mubarak sería “tratado como cualquier prisionero”.

El ex jefe de Estado fue condenado a prisión perpetua por la represión de una revuelta contra su régimen en febrero de 2011, que dejó unos 850 muertos. El tribunal no lo acusó de tener una responsabilidad directa, sino de no haber tomado las disposiciones necesarias para impedir estas muertes. Los cargos de corrupción contra él y sus dos hijos Gamal y Alaa no fueron considerados.

La semana pasada, las autoridades penitenciarias aceptaron que Gamal, también internado en la prisión de Tora en espera de otro proceso por corrupción, fuese desplazado para estar más cerca de su padre. Mubarak habría solicitado que Alaa también esté cerca de él.

Su esposa Suzanne y sus dos nueras recibieron autorización para visitarlo el domingo, luego de rumores de que habría fallecido.

Uno de sus abogados, Farid el Dib, afirmó que “consideraría al Ministerio del Interior y al fiscal general como responsables si Mubarak falleciese en la cárcel” sin recibir la atención médica adecuada.

Pero las autoridades temen que un eventual traslado a un hospital enfurezca a una parte de la población, cuando el país atraviesa un difícil momento político.

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