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La decisión de la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMT) de subir de $2,90 a $3,50 la bajada de bandera para taxis y remises dejó disconformes a los dos sectores. Los remiseros quieren que la tarifa siga igual, mientras que los taxistas pretenden que el monto sea de $4. Para la próxima semana ambos anuncian protestas y movilizaciones.
El mes pasado la Federación Nacional de Conductores de Taxis había solicitado a la AMT que revise el costo del servicio. Por la abultada inflación sostienen que la bajada de bandera debe ser de $4. La AMT definió un nuevo esquema para estos transportes y lo dará a conocer oficialmente el lunes próximo.
La ficha de taxis pasará de $0,28 a $0,34 a partir de julio. Para los remiseros, $0,34 sería solo un piso.
El Centro de Propietarios de Remises y la Cámara de Agencias de Remises habían girado a la titular de la AMT, Adriana Pérez, un petitorio en oposición al requerimiento de aumento de los taxistas.
“Nosotros, que trabajamos más en los barrios y villas, vemos que la gente no siente el aumento de los sueldos. Caerá la demanda y recién nos estamos recuperando del incremento que hubo a comienzos del año”, se lamentó Roque López, presidente del Centro de Propietarios de Remises.
“Es cierto que hay inflación y que los costos suben, pero creemos que el aumento debe darse más adelante; es mucho el peso para nuestros clientes. Además, sabemos que la nueva tarifa es para justificar la suba del colectivo”, cuestionó López.