inicia sesión o regístrate.
Esta es una respuesta a la carta de la lectora Graciela Gaspar publicada el sábado 23 de junio. Le aclaro que no hay “perros peligrosos”, como usted los llama. Lo preocupante acá es que no se puede identificar a la “gente peligrosa”, según su denominación para con los perros. Me pregunto, ¿qué le habrá hecho su hijo a ese animal para que éste reaccione así? No creo que el perro haya agarrado el brazo de su hijo si no se hubiese acercado. Por otro lado, dentro de su desconocimiento, usted dice que hay que atarlos, cuando eso es lo peor que se puede hacer con un animal. Un perro no debe estar atado, de lo contrario descargará sus energías de otra manera. No está prohibido criar a esos animales como mascotas. No están prohibidos porque no son peligrosos. Me parece raro que alguien que tenga raciocinio pueda pensar en animales “peligrosos”.
Mercedes Paz
Ciudad