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Artilleros del Gobierno cañonearon el pueblo agrícola de Tremseh antes de que irrumpieran matones que dejaron más de 200 muertos, denunciaron activistas de la oposición en Siria, en lo que dicen podría ser uno de los peores derramamientos de sangre en la rebelión contra el régimen de Bachar al Assad.
Las versiones, que sostienen que más de 200 personas murieron el jueves por la noche, no pudieron ser verificadas inmediatamente, pero de confirmarse significarían una intensificación de la brutal ofensiva de las fuerzas sirias para aplastar la rebelión que lleva más de un año.
El jefe de la misión observadora de las Naciones Unidas culpó a las fuerzas del Gobierno por haber atacado por aire y por tierra “en una ofensiva continua y extremadamente violenta contra civiles”.
Pero no está claro lo que ocurrió en Tremseh, en el centro de Siria, ni lo que provocó el ataque ni tampoco si todas las víctimas son civiles. También es incierto por qué las fuerzas de Assad atacaron el pueblo. Un grupo activista dijo que decenas de los muertos eran combatientes de los insurgentes.
Testimonios filmados
Videos de aficionados mostraron 17 cadáveres. Los activistas locales no pudieron suministrar listas de nombres de las víctimas y dijeron que los estaban recabando.
Uno de los videos muestra a un joven llorando sobre el cuerpo de un hombre de cabellos canosos que yace sobre la calle. “Vamos, papi, por Dios, levántate”, solloza el muchacho y se oye una fuerte explosión.
Aunque no se pudieron confirmar las versiones de manera independiente, la violencia pondrá una vez más en tela de juicio la eficacia de los esfuerzos diplomáticos internacionales por solucionar la crisis. Kofi Annan, el enviado internacional cuyo plan de paz para Siria ha sido ignorado en gran medida, se manifestó “conmocionado” por las versiones sobre el ataque.
Usaron artillería pesada
El mayor general Robert Mood, jefe de la misión observadora de la ONU, dijo que el gobierno sirio usó armamento pesado en zonas pobladas, algo que supuestamente debió haber dejado de hacer hace tres meses. Y agregó a la prensa en Damasco que un grupo de observadores, estacionados a cinco kilómetros, confirmó el uso de artillería pesada y helicópteros de ataque.
Los casi 300 observadores desplegados en Siria prácticamente han dejado de desplazarse debido a la violencia. Las fuerzas del Gobierno también les han impedido visitar varios escenarios de matanzas.
Sospechas y matones
La violencia en Siria se ha intensificado en los últimos meses. Los grupos rebeldes operan de manera independiente, y una serie de atentados suicidas ha suscitado sospechas de que combatientes de Al Qaeda están operando en territorio sirio.
Los activistas culpan de los ataques a los “shabiha”, matones progubernamentales que no responden directamente a ninguna estructura militar, lo que permite al Gobierno negar su responsabilidad en las agresiones.