Secretario general de los Petroleros Privados de Neuquén, Río Negro y La Pampa, director de YPF en representación de los trabajadores y, ahora, secretario general adjunto de la CGT. Guillermo Pereyra deberá surfear la difícil tarea de secundar al opositor Hugo Moyano y de trabajar en conjunto con el Gobierno en la empresa expropiada a Repsol. “Yo tengo contacto directo con el Gobierno y converso mucho con ellos”, disparó el gremialista. En una entrevista con El Tribuno, el número dos del camionero sostuvo que “no hay fractura en la CGT” y cargó con dureza contra los antimoyanistas encabezados por Antonio Caló. Además, señaló que para el que se inicia en la CGT “va a ser un período difícil” por la “alta inflación y los coletazos de la crisis internacional” y aseguró que si le piden la renuncia a YPF por su cercanía con Moyano la presentará.
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Secretario general de los Petroleros Privados de Neuquén, Río Negro y La Pampa, director de YPF en representación de los trabajadores y, ahora, secretario general adjunto de la CGT. Guillermo Pereyra deberá surfear la difícil tarea de secundar al opositor Hugo Moyano y de trabajar en conjunto con el Gobierno en la empresa expropiada a Repsol. “Yo tengo contacto directo con el Gobierno y converso mucho con ellos”, disparó el gremialista. En una entrevista con El Tribuno, el número dos del camionero sostuvo que “no hay fractura en la CGT” y cargó con dureza contra los antimoyanistas encabezados por Antonio Caló. Además, señaló que para el que se inicia en la CGT “va a ser un período difícil” por la “alta inflación y los coletazos de la crisis internacional” y aseguró que si le piden la renuncia a YPF por su cercanía con Moyano la presentará.
¿Qué consenso tiene dentro del movimiento obrero la CGT que reeligió a Hugo Moyano?
El consenso nos lo dio el gran porcentaje de votos que tuvimos. Fue por aclamación prácticamente, creo que hubo solo tres votos en blanco. Hubo casi un 55 por ciento de los congresales habilitados. Fue un consenso unánime.
Pero el congreso de Ferro ya nació impugnado por el Ministerio de Trabajo...
¿Usted cree que el Ministerio de Trabajo tiene facultades para impugnar? No corrió vista a la otra parte ni ejerció el derecho de defensa en juicio que debe tener cualquier persona u organización. Impugnó de prepo, como diciendo que él es el que manda. Además, no tiene facultades para hacer eso.
¿Y por qué cree que lo impugnó entonces?
Porque lo mandaron.
¿Quién lo mandó?
No lo sé, alguien lo mandó seguramente.
Teniendo en cuenta que habrá tres CGT y dos CTA, ¿cómo queda el espectro sindical de ahora en más?
No hay tres CGT, hay una sola. El resto son compañeros que no quieren participar de la CGT. Ni (Oscar) Lescano, ni el compañero (Carlos) West Ocampo ni muchos otros como los metalúrgicos de (Antonio) Caló concurrieron. Entonces, evidentemente, son dimitentes. Hay compañeros que nunca concurrieron y otros que no pagaron la cuota que deben pagar, y el estatuto dice que para participar deben tener sus cuotas al día. Si ellos dicen que tenían el 65% de los congresales, yo me hubiese ido al congreso, ganó y entró por la puerta grande en la CGT. Eso no se hizo. Hay compañeros que no comparten nada, nada, nada; que quieren ser ellos. El problema es que no les dan los votos y entonces abren otra CGT. Esa CGT no va a tener asidero porque la Azul y Blanca (de Luis Barrionuevo) también hizo lo mismo y en cuatro años no hizo ni una reunión de Consejo Directivo. Justamente, al ser una agrupación gremial, no tienen la personería gremial que les permitiría trabajar en todos los aspectos. Son agrupaciones gremiales opositoras como en cualquier sindicato, pero no hay fractura. La prueba fue el jueves en Ferro. Son compañeros que no comparten, pero no hay dos ni tres CGT.
Usted dice que no hay dos CGT pero los “gordos” e “independientes” cuentan con muchos de los gremios más poderosos del país...
¿A qué llama gremios más poderosos? Si no van al congreso es porque están seguros de que pierden porque sus propios congresales no los van a votar. Han participado de la reunión del jueves como adherentes compañeros del Sindicato de Comercio y toda La Matanza. Estaban allí porque no comparten la conducción del compañero (Armando) Cavalieri. Son todos congresales que, desgraciadamente, no pudieron votar porque legalmente no lo pueden hacer ya que es el gremio el que habilita. Esto iba a pasar y ellos sabían que su propia gente no los iba a votar. Y si su propia gente no los iba a votar, un dirigente debe renunciar a su propio sindicato. Este es el gran riesgo que tienen. Gremios poderosos son aquellos gremios fuertes que no tienen trabajadores en negro, los que piden salarios acordes con la tarea que realizan, los que atienden a los trabajadores en todos los aspectos sociales.
¿Cree que Moyano está más fuerte o más débil que cuando estaba con el Gobierno?
Está mucho más fuerte ahora. El está con el Gobierno, todos estamos con el Gobierno. Todos hemos apoyado la candidatura de la señora presidenta (Cristina de Kirchner). Con unos 500 mil trabajadores en la avenida 9 de Julio, el compañero Moyano hizo un clamor para que ella aceptara ser reelecta como presidenta de la Nación. ¿Quién dice que Moyano está más lejos? Lo que hubo fue un corte del diálogo y lo que hay que hacer ahora es reencauzarlo. Esta actitud de compañeros de otras organizaciones sindicales lo ha hecho a Moyano mucho más fuerte, mucho más fuerte. Acá no se ganó por impugnaciones ni nada, fue por el voto secreto. No se levantó la mano.
¿Cómo piensa que será el período de la CGT que acaba de asumir?
Va a ser un período difícil. Difícil por la situación que está atravesando la Argentina, con alta inflación y fuertes coletazos de la crisis internacional. Vamos a tener que trabajar mucho. En los próximos días nos vamos a reunir y vamos a elaborar propuestas con asesores tocando puntos importantes como la importación, la exportación, el tipo de cambio, la inflación y todas las cosas que afectan a la Argentina. No somos los trabajadores los que formamos los precios. Se nos puede pedir techo a unas paritarias, pero también hay que pedirles a los formadores de precios que paren la inflación. Si armamos una propuesta y armamos una mesa de diálogo, vamos a trabajar bien.
¿Qué pasa si el Gobierno no los escucha y reconoce a la CGT de Caló?
Nos va a escuchar, nos va a escuchar. Esas son algunas opiniones de ciertos periodistas, pero le digo que nos va a escuchar. Yo tengo contacto directo con el Gobierno y converso mucho con ellos. Yo soy director de YPF en representación de los trabajadores.
¿De qué forma va a manejar el doble rol de director de YPF y de sindicalista de una CGT opositora?
Yo creo que ahora mejor que antes. Antes era como secretario general de un sindicato y ahora se agregó como secretario general adjunto de la CGT, representando a los trabajadores del sector desde el directorio de YPF. Hace un mes y medio que soy director de YPF y en ese tiempo hemos trabajado fuertemente. Ya se lanzó el plan YPF y los trabajadores donde se van a crear más de 10 mil puestos de trabajo, donde se los va a cuidar con todas las normas de seguridad, higiene y medio ambiente. Habrá exámenes periódicos y capacitación de los trabajadores. Realmente va a ser una empresa grande y fuertemente capacitada. Vamos a trabajar para terminar con los accidentes fatales, el promedio dice que hubo entre seis y siete por año. Yo soy un trabajador y defiendo los intereses de los trabajadores. No tengo ningún tipo de problema con el Gobierno nacional en estar participando junto al compañero Moyano, ningún problema.
¿No teme que el Gobierno le pida la renuncia como director de YPF, ahora que es el número dos de Moyano?
Miedo no tengo. Si me piden la renuncia, renuncio. Miedo no tengo. Igual, tampoco creo que me la pidan.
Hubo rumores de que el titular de YPF, Miguel Galluccio, estuvo a punto de renunciar. ¿Qué sabe usted al respecto?
No, no, no sé nada de rumores. Lo que sí sé es que se está consolidando muy fuerte el ingeniero, así que no creo que vaya a renunciar. Galluccio tiene un plan espectacular y es un hombre de mucho conocimiento. Por ahí golpea muy fuerte aspectos políticos porque él es un técnico y no un político. No me cabe la menor duda de que Galluccio va a llevar adelante la empresa. Hay que recuperar la producción y parar el declive de siete por ciento anual que estamos teniendo.
Teniendo en cuenta la influencia de Axel Kicillof, ¿supone que Galluccio tendrá el margen para hacer lo que quiera?
Kicillof es un director más, pero el presidente es Galluccio. No creo que Galluccio vaya a tener ningún problema, porque tiene el aval de la señora presidenta. Todo lo que se pueda hablar por afuera de esto no tiene asidero.