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Néstor Pitrola reivindicó ayer en Salta al brazo sindical del PO como la genuina representación de base de los trabajadores y advirtió que el Gobierno nacional reflota una CGT de “viejos truhanes” para sostener el ajuste del modelo nacional y popular.
La intención de disciplinar los sindicatos y tener una central propia “es porque hay ajuste”, enfatizó, y no dudó en señalar que con “una CGT oficial de viejos truhanes se tratará de atacar a las genuinas representaciones de base de los trabajadores, que son las únicas que los defienden”.
El grupo de los “gordos” con los que se reunió recientemente la presidenta Cristina Fernández “es una foto patética que nadie puede defender desde el ángulo del progresismo”, observó, y advirtió que se los reflota para el ajuste del modelo nacional y popular.
Una CGT oficial con los gordos de los '90, donde Pedraza desde la cárcel firmó para completar los 18 miembros del viejo consejo directivo que buscan impugnar el congreso de Ferro, “es un escándalo”, dijo, y enfatizó que con la acción de disgregar la CGT, el Gobierno echó por tierra “el rasgo progresista que pregona”.
Tras sostener que las víctimas son los trabajadores, a quienes el Gobierno nacional quiere hacer pagar su desorganización económica, no dudó en subrayar que los planteos de Hugo Moyano también atrasan. “Llama a repensar el voto porque quiere mantener todo en la interna del PJ”, acotó.
Para Pitrola, el escenario actual plantea luchas que el PO apoya en todo el país y citó el caso de los obreros despedidos de Transnoa en Salta, a quienes ayer trasmitió el apoyo de los agrupamientos sindicales del PO.
El dirigente, de orientación trotskista, puntualizó finalmente que buscan una alternativa política superadora para la salida que requieren los trabajadores frente a la crisis. “Si nos revolvemos adentro de programas que priorizan a banqueros y subsidios a empresarios amigos, no tendremos salida”, observó.